Este viernes mediante la “operación bisagra” gendarmería descubrió en el módulo beta en Colina 2, la vida de lujo que llevaban ciertos reos de máxima seguridad en dicho penal.
Entre sus lujos contaban con televisores, paredes de baldosas, carnes de primer corte, consolas de videojuegos, entre otras. Aún se desconoce quienes fueron los responsables de permitir estos privilegios, donde las puertas solo se abrían y cerraban desde dentro, dejando en claro que nadie podía entrar a vigilar lo que ocurría en su interior, pero no cabe duda de que quienes lo autorizaron están estrechamente ligados a dichos reos, que principalmente eran narcotraficantes o traficantes de armas condenados por asociación ilícita.
No es primera vez que vemos como ciertos reos son mantenidos en lugares privilegiados dependiendo de su condición e influencia, sino miremos lo que es la cárcel de Punta Peuco, donde cumplen condena torturadores y asesinos de dictadura, quienes gozan de enormes privilegios en celdas de lujo, al mismo tiempo que cientos de reos viven hacinados y en pésimas condiciones por delitos cometidos.
Es que el sistema judicial chileno tiene un carácter punitivo, pero que castiga la pobreza y la miseria que se expresa en los sectores más vulnerables, pues cuando se cometen grandes delitos económicos, como la coalición en las farmacias, atentados contra los derechos humanos, o "Crímenes de terno y corbata" que afectan y precarizan las vidas de cientos o miles, el sistema judicial se vuelve laxo y resuelve condenas tan hilarantes, como increíbles. Un ejemplo de esto, son las clases de éticas para un grupo de empresarios. |
