Luego de que trascendiera en los medios la iniciativa oficial, plasmada en diez puntos, de querer llegar a un acuerdo con un sector del peronismo encolumnado en Alternativa Federal, dos referentes de ese espacio Miguel Ángel Pichetto (senador) y Juan Manuel Urtubey (gobernador de Salta) se refirieron al respecto y, como no es de sorprender, no repararon en elogios. El supuesto acuerdo “es algo positivo, vamos a ver ahora cómo se traduce esto. Es para cuidar a la Argentina", dijo Pichetto, uno de los senadores que más ha colaborado en convertir en ley las medidas de ajuste del Gobierno nacional.
Por otro lado, el gobernador salteño afirmó que "hace un largo tiempo que vengo planteando que hay que hacer algo así. Me lo mandaron por mensaje, hay que trabajarlo un poco".
Como ya advertimos en este medio, este intento de acuerdo que impulsa el Gobierno, en un momento de crisis absoluta, tiene por objetivo mostrar un país sumiso y cumplidor con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y traer un poco de tranquilidad para el oficialismo que viene de mal en peor a pocos meses de las próximas elecciones de octubre.
Muy lejos de "cuidar a la Argentina", los diez puntos que circularon no harán otra cosa que perjudicar aún más la situación de los trabajadores y la amplia mayoría de la población en pos de mantener las ganancias de los especuladores y por supuesto garantizar los compromisos de pago con el FMI.
"Hasta ahora hay un diálogo con Frigerio, nada más. Pero hay puntos seguro que faltan ver en profundidad, otros que hay que ver en un contexto más amplio. Por ejemplo, hay un punto sobre modernización laboral. Ahí tiene que haber un acuerdo social más amplio, que incluya sectores sociales", expresó el senador.
La “modernización laboral”, según palabras de Pichetto, o no es otra cosa que avanzar hacia una reforma laboral que limite o directamente destruya los derechos laborales de los trabajadores. En el texto que se difundió a la reforma laboral se la denomina como “legislación laboral moderna.”
La verdad que no sorprende para nada la "buena voluntad" de Pichetto y Urtubey con la política del Gobierno. Desde la asunción de Cambiemos, en diciembre de 2015, han formado parte del sector más colaborador, y ahora que el FMI es quien planea y diseña el rumbo económico, más predispuesto están.
Quién no mostró expectativas en la iniciativa oficial fue Roberto Lavagna quién la calificó de “puro marketing”.
En tanto, Sergio Massa no realizó declaraciones públicas sobre el convite oficial y desde ese espacio político confimaron que en la tarde de este viernes brindará una conferencia de prensa para informar su posición. Habrá que ver qué dice y si se suma a la partida.
Más allá de la negativa de Lavagna y de lo que finalmente termine haciendo Massa, lo que es un hecho es que ninguna fuerza política, excepto el Frente de Izquierda, cuestiona hoy por hoy que la Argentina viva bajo el nefasto régimen del FMI, cuyas consecuencias estamos viendo cotidianamente. |