La batalla de Argel es una producción ítalo-argelina de 1966, dirigida por Gillo Pontecorvo. Está contextualizada en el inicio de la Guerra de Liberación Argelina, cuando Ali La Pointe (Brahim Hadjadj) conoce en la cárcel al Frente de Liberación Nacional argelino, que en ese momento se encontraba dirigiendo la lucha anticolonialista frente al yugo imperialista francés.
La película va a mostrar el claro contraste que existía entre la comodidad de la población francesa de los barrios céntricos de la capital del país y barrios como el casbah, donde habitaba la población nativa bajo un régimen de brutal opresión y segregación. Como dato importante, las torturas a los activistas anticoloniales que se ven en la película fueron los métodos para la acción sobre las cuales se educó el ejército argentino para el genocidio iniciado en 1976.
La película resulta importante para poder inmiscuirse en la historia de un pueblo que, paradójicamente, hoy se encuentra en las calles haciendo dimitir a su principal verdugo, el mismo Frente de Liberación Nacional, que luego de la expulsión del ejército francés va a instaurar un régimen absolutamente represivo y cada vez más dependiente de la economía europea.