Durante el mes de mayo, los bolsillos de millones de trabajadores y trabajadores sufrirá un nuevo revés, y es que hace unos días la Contraloría General de la República tomó razón al decreto de enero que regula las tarifas del suministro eléctrico.
Por este retraso de cuatro meses en la toma de razón, que significó la acumulación de las alzas respectivas desde enero a la fecha, es que el promedio nacional de aumento de la tarifa de la luz rondaría el 10,5%. Sólo en la región Metropolitana, el aumento será de un 12,3%.
Pero las malas noticias suman y siguen, ya que al actualizarse cada 6 meses el documento con el cual las empresas privadas de suministro eléctrico definen los cobros a los usuarios, una nueva alza se produciría en el mes de Julio y que significa un aumento proyectado de un 25% de lo que millones de personas deberán pagar.
La ministra de Energía, Susana Jiménez, se refirió en marzo (durante el debate por el cobro en el cambio de medidores inteligentes) a esta nueva alza: “Efectivamente hay un efecto al alza, producto de que este precio nuevo promedio está indexado al tipo de cambio (precio del dólar)”, admitiendo que “Es un impacto fuerte. La verdad, no quisiéramos ver este aumento, pero es un sistema reglado”.
A pesar de las “buenas intenciones” de la ministra, estas no ayudan a como las y los trabajadores deben enfrentar una nueva alza al elevado costo de la vida, mientras, las grandes empresas privadas (los españoles de Naturgy quienes controlan la CGE, o el Estado Italiano, quien controla ENEL) siguen aumentando sus ganancias, todo esto con el visto bueno de un gobierno que asegura los beneficios solo para sus aliados los empresarios. |