Este miércoles 9 de mayo, se votará en la Cámara de Diputados la ley de adopciones, que nació desde la necesidad de agilizar los trámites de adopción debido a que la mayoría del tiempo los padres y madres que querían adoptar pasaban meses e incluso años esperando.
Desde el Movilh agregaron indicaciones al proyecto de ley para que no se discriminara a parejas con razón de su orientación sexual o su identidad de género, las cuales fueron aprobadas en la comisión de familia y mañana se votará en sala.
Sin duda de aprobarse esta ley, abrirá un espacio donde las parejas no heterosexuales podrán decidir si desean adoptar y conformar una familia tradicional.
Pero no nos engañemos, no podemos confiar en este gobierno empresarial como el garante de nuestros derechos, como lo hace el Movilh, ya que, por cada avance en la conquista de nuestros derechos más mínimos, estos tratarán de perjudicarnos. Este gobierno y los políticos de sus partidos son los que avivan los discursos de homolesbobitransfobia, como la bancada evangélica de RN, o los dichos de Kast y sus seguidores.
La diversidad sexual no debe confiar en organizaciones que se sientan a negociar con los mismos que permiten que nos golpeen y nos asesinen en impunidad. Debemos organizarnos para plantear una salida revolucionaria al conservadurismo de este sistema patriarcal y capitalista, que nos dice que como lesbianas, gays, bisexuales, trans, etc, no tenemos el derecho a decidir si queremos casarnos o adoptar, y que solo cuando la ola de violencia hacia la diversidad es insostenible dan estas pequeñas concesiones.
Como diversidad sexual tenemos que pelear en contra de la moral conservadora de las iglesias (católica y evangélicas), contra los empresarios que nos relegan a trabajos precarios y escondidos debido a cómo lucimos. |