En el marco de la presentación de su último libro en la feria del libro, fFilosofía a martillazos, el mediático profesor de filosofía realizó una serie de definiciones polémicas con las que vamos a debatir.
“Diré, parafraseando a Nietszche, que el aula ha muerto. El viejo modelo de la sociedad disciplinaria, con un docente que se cree poseedor del saber está en crisis: hoy cualquier estudiante tiene alcance a contenidos ilimitados. Entonces, lo que debería promover una clase es un vínculo, más amistoso, en el sentido en que Nietzsche plantea la amistad, como el encuentro con esa diferencia que es el otro. Ahí es donde esa dinámica –vincular- empieza a tener sentido y nos exige la reinvención de nuestros roles, la relación transformadora con lo diferente.”
¿Son las redes sociales el fin de la educación como nosotros hoy la conocemos? ¿El viejo modelo ha cambiado? Consideramos que en base a nuestra experiencia como docentes y alumnos que la redes sociales no suplantan sino que complementan y potencian los contenidos aúlicos, pero nada más lejano a la declaración de que “hoy cualquier estudiante tiene alcance a contenidos ilimitados”.
La cruda realidad es que hoy el 41,2% de los jóvenes en Argentina son pobres eso significa que 6 de cada 10 niños en el país tiene algún derecho vulnerado, entre ellos la educación, la conexión a internet, un celular o el alcance a “contenidos ilimitados” son un lujo que solo la mitad de los jóvenes del país tiene alcance.
¿El aula ha muerto o la educación pública esta crisis? Esa es la verdadera pregunta que el profesor Sztajnszrajber debe responder. Si el “aula” actualmente está en una situación de crisis o terapia intensiva no se debe a un cambio del paradigma cultural producido por las redes, sino al desfinanciamiento de la educación pública (falta de presupuesto para comedores e infraestructura sumado a salarios de pobreza para los docentes) a lo que se le agrega las jugosas subvenciones a la educación privada y confesional. Más que una muerte del “aula” por causas naturales o vejez, si el “aula” en este país murió es por asesinato en primer grado con responsables directos.
El aula no murió sino que la quieren transformar, la quieren transformar en un comedor, ya que los niños van a comer a las escuelas por el hambre que produce el ajuste y la inflación. El aula no murió sino queel desfinanciamiento de los gobiernos hicieron que las escuelas exploten o se caigan a pedazos.
Por eso para hablar de educación, lo primero que hay que plantear es que hay que romper el pacto de coloniaje con el FMI y dejar de pagar la deuda externa. Sin esta medida fundamental no podremos conquistar una educación pública de calidad, laica y gratuita para el pueblo trabajador.
Sin atacar los intereses de los especuladores y los grandes empresarios, no habrá fondos para infraestructura y se seguirán cayendo techos en aulas pobladas de niños y niñas que junto a docentes y auxiliares de educación transitan el año escolar en escuelas cromañón, como las que se llevaron la vida de Sandra y Rubén.
¡El aula no se murió! y eso se debe a la gran lucha que damos los trabajadores de la educación junto a los estudiantes y la comunidad educativa para no resignarnos a vivir con la miseria de lo posible. |