El expresidente golpista Michel Temer se entregó este jueves a la justicia brasileña y quedará detenido en el marco de la investigación Lava Jato.
Temer, que el 1 de enero le entregó la banda presidencial al ultraderechista Jair Bolsonaro, llegó a pasar cuatro días en la cárcel el pasado mes de marzo tras la orden de un juez federal, pero consiguió la libertad gracias a un hábeas corpus concedido por un magistrado de segunda instancia.
El caso, sin embargo, fue analizado la víspera por el Tribunal Regional de la Segunda Región (TRF-2) y el órgano colegiado determinó por dos votos a uno su reingreso en prisión de forma preventiva, aunque su defensa ya ha solicitado un nuevo hábeas corpus ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJ), de tercera instancia.
El pedido de libertad será juzgado el próximo martes por el TSJ, según confirmó el abogado de Temer, Eduardo Carnelós, quien calificó la prisión de su cliente de "ilegal, injusta y cruel".
El expresidente, que había asumido tras el golpe institucional contra Dilma Rousseff en 2016, ha sido acusado por la Fiscalía de beneficiarse de sobornos recibidos por diversas empresas y de dirigir una organización delictiva que desvió cerca de 500 millones de dólares de recursos públicos durante 40 años.
En este caso, las investigaciones señalan que Temer lideró el grupo que negoció sobornos por más de un millón de reales (unos 253.000 dólares) durante las obras de la central nuclear de Angra 3, situada en el estado de Río de Janeiro.
El cerco judicial contra el dirigente del partido del Movimiento Democrático Brasileño (centroderecha) se ha intensificado desde que el exmandatario dejó el poder, el pasado 1 de enero, momento en el que perdió el fuero privilegiado.
El blindaje que recibió Temer durante su presidencia a pesar de los escándalos y las denuncias que acumulaba tenía por objetivo darle estabilidad judicial a un Gobierno impopular que debía pasar distintos ataques como las reformas laboral y previsional. A pesar de ese blindaje, Temer no pudo cumplir todo su plan y Bolsonaro se convirtió en el candidato favorito del estáblishment para llevarlo adelante.
Los numerosos procesos contra Temer, paralizados por el Congreso mientras estuvo en la jefatura del Estado, han sido reabiertos y el expresidente ya ha sido enjuiciado por seis de ellos, mientras que es investigado en otros cuatro.
El miércoles, tras conocerse la decisión del TRF-2, Temer subrayó que la decisión judicial que determinó su reingreso en prisión estaba "totalmente equivocada" desde el punto de vista jurídico y prometió que se entregaría a las autoridades este mismo jueves "con total tranquilidad".
El tribunal que revocó el hábeas corpus que favorecía al expresidente también determinó el reingreso en la cárcel del coronel de la reserva de la Policía Joao Baptista Lima Filho, amigo personal del exgobernante y apuntado como principal testaferro de la trama corrupta supuestamente liderada por Temer, según sostiene la Fiscalía.
A pedido de la defensa, la Justicia autorizó que tanto Temer como el coronel Lima permanezcan arrestados en Sao Paulo, donde ambos tienen fijado su domicilio.
El abogado de Temer precisó que todavía no se sabe el lugar exacto donde cumplirá la orden de prisión debido a las exigencias requeridas por el hecho de ser expresidente, pero, de momento, la Policía Federal de Sao Paulo ha adaptado una sala para que pueda pasar la primera noche bajo arresto.
Desde el día que dejó el poder Temer quedó a disposición de la justicia y es utilizado convenientemente por la corporación judicial para hacer pesar su fuerza dentro de la coalición gobernante. El primer encarcelamiento se dio en medio de la discusión sobre la forma en la que se podría pasar la reforma previsional, que tanto podía ser por medio de las coimas millonarias en el congreso como con la extorsión de la prisión para los "díscolos". Este segundo pedido de encarcelamiento llega justo en medio de una crisis para Bolsonaro en la que se enfrentan los miembros de su círculo intimo y su gurú ideológico, Olavo de Carvalho, contra la cúpula de los militares, que tienen un fuerte peso en el Gobierno. Esta pelea llegó a los insultos públicos en los últimos días y se combinó con la extorsión de Bolsonaro que recortó de forma brutal los presupuestos de Educación, medio ambiente y salud, con la excusa de que si no se vota la reforma previsional no hay dinero para el resto de las áreas.
Esta ataque ya generó el rechazo inmediato de la comunidad educativa que comenzó con asambleas y marchas en todo el país mientras prepara un paro nacional para el 15 de mayo.
Temer aparece en este escenario como una distracción de la situación nacional y una llamada de atención sobre el poder que aún mantiene la corporación judicial (y que acuñó durante años de golpismo y luego con el encarcelamiento de Lula), frente a las contradicciones que suma la coalición gobernante y los ataques que tiene que pasar el Gobierno. |