El oficialismo ha anunciado la creación de 247 mil empleos, de los cuales: “79 mil serían ocupados por actuales desempleados y 159 mil por personas inactivas, es decir, fuera de la fuerza laboral”.
Sin embargo, lo que no es nombrado y anunciado con bombos y platillos es las condiciones bajo las que se llevarán dicho empleos: con subcontrato, a honorarios, y en la más profunda precariedad.
Cabe destacar que dicha reforma contempla también el obligar boletear a más de 85 mil trabajadores de plataformas digitales (entiéndase Uber, Cabify y Conershop).
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Es así que Piñera con esta reforma laboral busca a la par de flexibilizar la jornada laboral, dividir al conjunto de las y los trabajadores, a que cada uno negocie a su suerte con los patrones su jornada. En definitiva, una reforma totalmente anti-sindical.
Cabe destacar que los economistas analizan que el crecimiento económico es inferior al pronosticado por el gobierno reduciendo de un 3,8 a un 3,5. Por lo que sus anuncios no son más que falsas promesas para las y los trabajadores, mientras que para el mundo empresarial significa mejores condiciones para organizar la explotación.
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