La empresa Mercedes Benz comunicó a sus trabajadores que su decisión es trabajar normalmente el 31M, día en el que se realizará «un paro convocado por parte de algunas centrales sindicales en el cual se prevé una fuerte adhesión del transporte público».
Para garantizar la supuesta «normalidad» comunicaron que la empresa de transporte prestará su servicio, y que Mercedes Benz Argentina se hará cargo de los costos de pago de remis que tengan los trabajadores para llegar a las paradas establecidas. Quieren hacer lo posible para que los trabajadores no expresen en este paro su bronca contra el impuesto al salario.
Por su parte, los trabajadores creen que el sindicato que supuestamente los representa (SMATA) les dice que está de acuerdo con que ganancias es un impuesto injusto, pero no se adhiere a la medida de fuerza, porque según ellos «no es la forma de pedir». Pero a su vez, ven que quienes convocaron al paro también son unos «burócratas» y que el fin del paro que ellos convocan, no tiene nada que ver con el impuesto al salario.
Aunque el ambiente que se respira entre los compañeros de la Mercedes Benz es de «incertidumbre y miedo», por la política de la empresa y el gremio, por abajo se expresa mucha bronca. Muchos trabajadores están indignados ya que muchos de ellos se ven afectados por un impuesto injusto. El resto de los operarios, al que no les afecta el impuesto, también están indignados por los salarios miserables y «las transas entre el gremio y la empresa, olvidando el bienestar de sus empleados».
La empresa Mercobus, la cual moviliza a los empleados hasta la fábrica, dice no adherirse, cuando son afiliados a la UTA, sin dar explicaciones de porqué no paran.
Los trabajadores no fueron consultados en instancias democráticas donde participen todos los obreros sobré qué decisión tomar frente al paro del 31M y si son o no justas sus demandas. La empresa y el SMATA quiere hacer lo imposible para que no se exprese este 31M la bronca que hay por abajo, entre los operarios de la Mercedes Benz. | 
