La candidata del acuerdo derecha-DC
Este miércoles se llevará a cabo la votación en la Cámara alta para aprobar o no la candidatura de la polémica postulación de Dobra Lusic a la Corte Suprema.
Cabe destacar que dicha postulación fue anunciada por el gobierno como parte de un acuerdo entre la ex Nueva Mayoría y la derecha para ir rotando en los cargos, sin embargo, con lo que no contaban era con los cuestionamientos realizados en su contra por arbitrariedad, ligada a fallos a favor de la familia Pinochet y por favorecer a Isapres antes que a los usuarios.
La Cosa Nostra y la promoción de la censura
En este marco, Lusic afirmó en Valparaíso: "Creo que hay que regular la prensa, los medios de prensa. No puede en este país seguir ocurriendo lo mismo, no puede ser que cuando una persona llega a un momento tan trascendente e importante de su vida, que es la culminación, sea objeto de gestiones de esta clase".
Un claro llamado a la censura para resguardar su imagen. Declaraciones que por lo bajo podrían tildarse de inaceptables, debido a que van dirigidas a proteger a una casta privilegiada que goza de “pitutos high class”, corrupción, desfalcos, entre otros. Para que puedan continuar gobernando y llenándose los bolsillos a costa del trabajo de miles.
Por otra parte, a las críticas a Lusic se suma la querella impuesta por la abogada Mónica Araya, quien denuncia tráfico de influencias y amenazas, argumentando en un documento que: “Es de conocimiento público que la Sra. Lusic Nadal ha utilizado los servicios de un operador político que, en la comuna de Santiago, ha efectuado gestiones en reuniones clandestinas con senadores, ministros de la Corte Suprema y en el gobierno, para promoverla a ese alto tribunal y ocupar, así, la vacante dejada por el ministro, Sr. Milton Juica, designación que debe zanjarse en votación del Senado, el próximo miércoles 15 de mayo de 2019″
¿Y quién escoge a los jueces?
Es en este sentido que la derecha ha buscado abrirse un espacio para salir a brillar desde el oportunismo. Así, Jacqueline Van Rysserbergue (UDI) ha afirmado con el mayor cinismo de quien forma parte de unos de los partidos referentes de la corrupción que: "Una designación para un cargo de esta relevancia no debe estar manchado por acusaciones como las que han surgido en contra de Dobra Lusic".
Sin embargo, la derecha nuevamente saca a relucir sus diferencias. Esta vez Hernán Larraín, Ministro de Justicia, declaró que: "tenido una destacada trayectoria judicial (…) ha sido propuesta por el Pleno de la Corte Suprema para integrar dicha instancia con la más alta mayoría en las dos últimas nominaciones".
En esta misma sintonía a la cual se refirió Larraín, Carmen Hertz (PC), respaldó a la bulleada figura de Lusic, declarando que: "eran decisiones difíciles en tiempos difíciles y Dobra Lusic estuvo a la altura". Declaraciones que tuvieron su culminación con las afirmaciones de Cecilia Pérez, vocera de gobierno: "son los senadores quienes van a tener que determinar en conciencia si aprueban o no el nombramiento de la magistrada para poder acceder a la Corte Suprema".
Dicha situación evidencia que la casta política y empresarial se arreglan entre ellos para rellenar asientos en el gobierno y en los poderes del Estado, demostrando nuevamente la lógica de hacer del gobierno una empresa familiar. En este sentido, es conveniente una figura como Lusic, cuando históricamente ha defendido empresas como las Isapres, o incluso en materia de DD.HH., favoreciendo a la familia Pinochet.
Este caso demuestra que todos los jueces deben ser escogidos mediante elección popular. No puede ser que los mismos políticos corruptos se aseguren con sus jueces “apitutados” para seguir haciendo de las suyas a punta de corrupción y ataques al pueblo trabajador y sus familias.
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