La ministra de la Corte de Apelaciones, acusó virulencia y ensañamiento en su contra, en lo que considera una etapa importante de su carrera, ya que al ser nominada a la Corte Suprema desató múltiples cuestionamientos.
Apoyada en un discurso feminista acusó que era cuestionada por ser mujer. Sin embargo, las críticas apuntaban a conflicto de intereses en sentencias relacionadas con el Banco Chile, por fallos a favor de isapres y en contra de los usuarios, por favorecer a la familia Pinochet y por vínculos con el operador político John Campos.
En un contexto mundial en que la prensa ha sido responsable de destapar casos de corrupción entre empresas, el Estado, desfalcos de Fuerzas Armadas o las Iglesias y miles de casos de violencia sexual y pedofilia, surgen amenazas directas a la libertad de prensa desde figuras como Donald Trump.
Salen a relucir las personalidades políticas a las que apuesta el gobierno de la derecha. A través de un discurso hipócrita y defensivo, Lusic exige mayor regulación del ejercicio de la prensa, pero lo hace con el propósito de tener mejores herramientas para censurar a cualquier oposición y neutralizar cualquier cuestionamiento a los mecanismos y dinámicas corruptos entre empresarios y el Estado.
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