El clima de conflicto que vivimos los trabajadores de la Asociación Personal Aeronáutico (APA) en LAN (personal de tierra) desde diciembre del año pasado para que se tomen en cuenta nuestros reclamos es lo que hace particular con que ánimo llegamos al paro del 31M.

Los hechos se repiten como en cada uno de los paros del año pasado. Muchos gremios aeronáuticos (pilotos, tripulantes de cabina, técnicos, personal jerárquico) llaman a parar. APA-CTA llama a carnerear la huelga.

Sin embargo, en el sector de Tráfico (afiliados a APA), los gerentes con los jerarcas del gremio intentan disciplinar y ofrecen lo que no quisieron entregar en la paritaria: el transporte en remis pero solo para boicotear el paro. A la vez avisaron que iban a descontar el día y el presentismo. Las asambleas definieron categóricamente la adhesión al paro rechazando la presión de la empresa que al verse totalmente desautorizada cambio su propuesta pidiendo colaboración a los trabajadores para que cubran loa puestos con una guardia mínima. Esa propuesta que también fue rechazada.

En el sector de cargas (afiliados a APA), también intentaron usar el transporte para presionar a los compañeros. La jugada fue advertida y las asambleas fueron demostrando la unanimidad de la adhesión al paro. El turno noche a las 5 AM ratifica su postura, aún cuando la empresa pueda descontar el día y se niegan a prestar colaboración con guardias mínimas si las pidieran. El clima se contagia a la asamblea del turno mañana y turno tarde: "gracias al gremio que no se suma al paro nos podrían descontar el día", decía un compañero, la compañera le contestaba: "si me quieren descontar que lo hagan, qué me va hacer unos pesos menos cuando mes a mes nos vienen robando de a mil por ganancias". A la mañana también se ratificaba mayoritariamente el paro lo que significaba la presión que faltaba, para que la gerencia ceda. Se anunciaba ya en esos momentos las cancelaciones de los vuelos afectados por la futura huelga.