Una menor de 10 años de edad que llegó desde el 14 de mayo, en compañía de su madre, había sido trasladada desde el estado de Chihuahua, vía autobús, a la Estación Migratoria de Iztapalapa.
De acuerdo con las autoridades migratorias, la pequeña arribó a la estación migratoria con un cuadro de infección de las vías respiratorias. Sin embargo, la causa de su fallecimiento fue debido a una caída de una de las literas del refugio.
Esto según Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, quien aseguró que la madre y el cuerpo de la menor serán regresados a su país en los próximos días.
Además, recordó que las y los menores de edad que transitan sin acompañamiento son atendidos en albergues o por el Sistema de Desarrollo Integral de la Familia (DIF) locales; aquellos que viajan con algún adulto o tutor deben permanecer en la estación migratoria para evitar la separación de familias.
"Asumo que no son las condiciones idóneas las de las estaciones migratorias, pero no hay ninguna violación (a los derechos de la niña fallecida), estaba con su mamá, no alentamos la separación de las familias", declaró el subsecretario, durante la conferencia de prensa matutina.
Para la Unicef, uno de los grupos más vulnerables son los niños migrantes, quienes en su intento por cruzar la frontera están expuestos a la explotación, a la trata y a ser víctimas de la delincuencia, por lo que la protección de sus derechos es una prioridad para el mandato de UNICEF en México.
Los niños migrantes ya no sólo mueren en manos de la patrulla fronteriza estadounidense. También mueren bajo la custodia de los agentes migratorios del gobierno de López Obrador, quien despliega un discurso "pro derechos humanos" mientras aplica las políticas antimigratorias ordenadas por el presidente estadounidense Donald Trump. |