Este jueves el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) estuvo de gira por el estado de Nuevo León, donde se reunió con el gobernador de dicha entidad Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”. En dicho lugar anunció junto con el gobernador la construcción de un sistema ferroviario que comunicará la capital del estado, Monterrey con la zona conurbada.
Con ello los municipios de Apodaca, San Pedro Garza, Cadereyta, y Escobedo quedarán conectados al reactivarse el sistema ferroviario de pasajeros, además el jefe del Estado mexicano propuso que esto se replique en todo el país.
Pero ¿cómo es que se va a lograr este proyecto? Bueno, López Obrador lo primero que hizo al llegar a esta ciudad fue firmar como testigo de honor un convenio entre la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), y el gobierno de Nuevo León para impulsar el Sistema Integral de Movilidad Metropolitana. Que es el proyecto para reutilizar las viejas vías abandonadas y dar así el servicio de tren de pasajeros (desde la década de 1990 el ferrocarril ha sido sólo de carga). Ahora, aquí se encuentra el primer detalle, la construcción de este proyecto estará a cargo de dos empresas privadas, la transnacional Kansas City Southern y Ferromex.
Un poco de historia acerca de los ferrocarriles
La empresa paraestatal Ferrocarriles Nacionales de México nació en 1907 durante el gobierno de Porfirio Díaz para integrar a las ferroarrileras existentes, de capital extranjero, y que habían construido cerca de 20 mil km de vías férreas, orientadas principalmente a servir a las industrias extractivistas y no a un plan nacional que comunicara a las poblaciones del país.
Por ello fue nacionalizada en 1937 por Lázaro Cárdenas y fungió como un pilar de la economía durante la mayor parte del siglo XX hasta 1995, cuando fue privatizada por el gobierno de Ernesto Zedillo. Sin embargo ya desde unos años antes antes se habían otorgado concesiones de los ferrocarriles a empresas privadas, como lo fue la empresa TFM, que posteriormente en 2005 se convirtió en la Kansas City Southern de México (KCSM), filial en nuestro país de la Kansas City Southern Lines, un gran monopolio estadounidense operador de ferrocarriles.
Es decir, desde el año que se privatizaron las vías férreas en México la multinacional ha estado presente, utilizando la infraestructura que era propiedad de la nación, de hecho fue con esta empresa que se terminaron los viajes de pasajeros por medio del tren.
Este monopolio estuvo operando desde 1994 en el norte del país con concesiones otorgadas por las administraciones neoliberales, pero es del interés del gobierno de AMLO ampliarle sus operaciones, regresando al mercado de transporte de pasajeros. Para ello se eligió la zona conurbada de Monterrey, con una concesión de 50 años y con la opción de renovarla por otros 50 más.
Esta política de fomentar el desarrollo de las transnacionales, quién iba a pensarlo de López Obrador, apunta a extenderse por diversas zonas del país, con un enorme aprovechamiento del capital extranjero.
Actualmente, KCSM tiene el derecho de utilizar toda la infraestructura disponible en las zonas donde opera. Según los contratos, pagó el 0.5% del total de sus ingresos cuando transcurrieron los primeros 15 años de la concesión y deberá pagar el 1.25% en el periodo siguiente hasta el fin de ésta. Y resulta que ahora se encuentra ganando nuevos espacios gracias al gobierno del Morena, algo que nos tendría que poner a pensar sobre quienes controlan nuestra economía.
La historia de Ferromex no es muy diferente, sólo que esta es una empresa mexicana perteneciente a Grupo México, es decir un monopolio minero y ferroviario cuyo principal accionista es Germán Larrea, responsable entre otras cosas de verter por negligencia de sus empresas desechos tóxicos en ríos y de ser un terrible enemigo de los trabajadores mineros. Ferromex comenzó a funcionar en 1998 con la concesión de los ferrocarriles públicos, con el control de 1,261 km de vía férrea y varios centros productivos del norte del paí. En 2005 Ferromex adquirió Ferrosur haciéndose de los trenes que operan en la zona sur y centro del país.
AMLO, tan lejos de Lázaro Cárdenas y tan cerca de los monopolios
El gobierno de la 4T muestra grandes incongruencias como esta, a pesar de apelar a figuras históricas como la del general Lázaro Cárdenas actúa de forma contraria a los aspectos progresivos que éstas pudieron tener. Mientras que Cárdenas nacionalizó sectores estratégicos de la industria para el crecimiento de la economía nacional, AMLO otorga concesiones a las mismas empresas que se beneficiaron enormemente del neoliberalismo y su oleada de privatización de las empresas estatales. Ya que las privatizaciones sirvieron para que estos particulares se enriquecieran, tanto nacionales como internacionales, especialmente los de EE.UU., es indignante que López Obrador pretenda hacer los mismo que sus antecesores del PRI y PAN, beneficiar a los capitalistas extranjeros y exprimir a los trabajadores.
Los lazos que atan a nuestro país al imperialismo no se van a romper con discursos anti corrupción, sino acabando con esas prácticas entreguistas a las que AMLO pretende darles continuidad. Hay que poner las industrias al servicio del pueblo trabajador y no concesionar ni una más al selecto grupo de empresarios saqueadores de siempre.
Si realmente se piensa en hacer crecer la economía nacional se tendría que empezar nacionalizar los medios de producción y ponerlos a producir bajo el control de los trabajadores mismos. Por el contrario, el tren que se pretende poner en pie en el estado de Nuevo León, es una muestra más de la continuidad del neoliberalismo y sus políticas de beneficiar a los privados utilizando los bienes de la nación para ello. |