Desde muy temprano, los integrantes de Las Manos de Filippi, se hicieron presentes en la fábrica, se tomaron fotografías con los obreros y junto Umaw de Puel Kona y Franco de Yamarada Mou, dieron entrevistas a los medios de comunicación que se acercaron a la fábrica.
Las puertas se abrieron a las 17 horas y el público fue ingresando de a poco hasta colmar las instalaciones de la cerámica Neuquén. Muchas personas se hicieron eco del pedido de alimentos no perecederos y se fueron llenando cajas que iban de mano en mano, como los cables que podían faltar en el escenario o un pedal de bombo, o todas las manos que hicieron el festival por la expropiación y estatización de la cerámica.
Cientos de manos, son muchas manos más, que una firma de una orden de remate o de represión, Con esa connotación arrancó la jornada de tarde - noche, en la que salió una luna llena inmensa y redonda que brilló en el parque industrial de Neuquén.
Puestos de enfermería, boletería, buffet, y la seguridad estuvieron garantizados por obreros y obreras, se sumaron estudiantes, docentes, trabajadores y trabajadoras de otros sectores, que velaron por todas las personas que fueron al festival.
Arrancó la murga de Centenario con integrantes hijos de ceramistas que a viva voz abrieron el show y fueron los primeros en expresar que el arte está junto a las gestiones obreras.
Le llegó al turno a Puel Kona la banda de rock mapuche. Una gran fusión de calidad, estilos, sensibilidad y sonidos dispuestos a transmitir su cosmovisión; que además de resistir, pelea por la recuperación de su territorio y por eso desde el minuto cero, estuvo al lado de la lucha de Zanon.
Brillaron con sus vientos, levantaron el pogo y desgarraron el predio con “marici wew, marici wew” porque el pueblo mapuche vive y la lucha sigue y sigue.
Continuó Yamarada Mou una banda punk del parque industrial de Neuquén con muchos seguidores. Interpretan temas propios y algunos covers de la Polla Records.
Entre sus integrantes figura Franco Vergara ex delegado de MAM, desde el escenario mencionó la imputación al policía que disparó por la espalda al diputado del FIT – PTS, Raúl Godoy el 8 de diciembre del 2017 en el desalojo del acampe.
Y sonó el himno maderero, así se titula la canción que usaban para levantarse el ánimo en el acampe.
Mientras tanto, seguían entrando personas, la fila de los choris en pie como la lucha, la gente bailaba y se reencontraba en un festival de rock no como cualquier otro, en este no había policías.
Y llegaron Las Manos de Filippi, presentaron su nuevo disco M.A.C.R.I (mente anti capitalista revolucionaria internacional) que interpretaron entero y en plena conexión con el público presente que estaba muy participativo.
Apropiarse, transformar, dar vuelta todo, es uno de los principales roles que tienen los y las artistas. Junto a los ceramistas organizaron el festival e impulsan la campaña en defensa de las gestiones obreras, eso demostró el festival, la unidad permanente e inquebrantable de artistas con las luchas sociales.
La diferencia la hicieron los pibes y pibas que transitaron por el festival, disfrutaron en libertad la música que les gusta, el reencuentro con amigos y amigas, porque la vida merece ser vivida y el festival fue el mejor marco para ensayar esa sensación mientras se hacían parte de la campaña por las gestiones obreras.
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