Atención: esta nota contiene spoilers
Finalmente, después de 8 años, 8 temporadas y 10 años de filmación GOT llegó a su fin. Las expectativas eran muy altas, y desde horas antes del capitulo final, decenas de miles de usuarios de redes sociales ya venían calentando la previa con mezcla de nerviosismo y nostalgia.
Los escritores de la serie, David Benioff y D. B. Weiss habían adelantado que para este capítulo “querían dejar a todos contentos”.
Para la última entrega, a nivel técnico, rindió todo lo que se esperaba. Planos iluminados y abiertos, mostrando la devastación que dejó tras de si Daenerys Targaryen y Drogon, su último dragón vivo.
Los diálogos, como venía sucediendo en los últimos capítulos de esta última temporada, no tuvieron la fuerza que supieron tener y muchos nos quedamos con un sabor amargo por no escuchar mucho a personajes cruciales como Tyrion, Brann o Sansa Stara.
Si, quizás, podemos decir que los escritores de la serie (dejados a su suerte por el escritor de la saga Canción de Hielo y Fuego, G. R Martin, que no escribió el final de los libros) supieron darle un cierre a una serie que en ocho años contó demasiadas historias.
La manera elegida, de todas formas, no fue del agrado de muchos de los fans de la serie. En una hora y media, se resuelve la contradicción entre los dos aspirantes al trono, Jon Snow (Aegon Targaryen) y Daenerys Targaryren con Danny muerta y Jon posteriormente exiliado al norte; la disputa histórica entre los seis reinos de Poniente y el poderoso reino de Invernalia, se resuelve con Brann ungido rey por lo líderes de las casa más importantes y una línea de diálogo de Sansa Stara, quizás hubiera dado para más.
Pero lo más impactante (no necesariamente como algo bueno) fue como en los dos últimos episodios la heroína número uno de la serie, Daenerys –que pudimos verla crecer para pasar de ser una niña a la “rompedora de cadenas”- se entrega a la locura y se embriaga de poder para terminar autoproclamándose reina de todo el mundo y siendo parte de “la rueda” que ella había querido romper.
Muchos nos preguntamos porqué desarrollaron un personaje tan complejo, para defenestrarlo en dos episodios y matarla en la primera media hora. De todos los ejércitos que ella supo reunir bajo su mando, después de su muerte, ni una palabra…
Incluso entre los mismos actores, durante entrevistas de los últimos días, se había mostrado un dejo de decepción sobre el final, sólo Meter Dinklage (Tyron Lannister) defendió a los escritores de la serie.
La polémica
Después del último episodio, minutos después del final, se conoció la noticia de que 750.000 espectadores de GOT firmaron una iniciativa a través de Change.org para que los realizadores de la serie reescriban la serie, no solo por cuestiones narrativas sino por errores de filmación como el vaso de Starbucks que se coló en una escena o la opacidad de la guerra contra los muertos en Invernalia que no dejó apreciar detalles importantes.
Todo concluye al fin
De todas maneras, y más allá de las críticas, no se puede dejar de lado que una de las principales series de drama histórico-ficcional, una de las más vistas de la historia, tuvo su cierre y G.R Martin ya adelantó que saldrán tres precuelas en los próximos años. Quedará en los espectadores darle una última oportunidad.
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