Este viernes muchos recibimos con un gran dolor en el pecho la noticia del fallecimiento de Alejandro “El Topo” Cabrera Britos en un accidente de tránsito ocurrido el jueves 23 por la tarde en la localidad de Arrecifes. Y digo muchos porque, aparte de ser un gran saxofonista, era “de los nuestros”. Frecuentaba muchos lugares donde haya que reclamar por los derechos de los oprimidos. “El Topo” era músico, luchador, delegado de ATE SENASA y -sobre todo- una gran persona, solidaria incondicional.
Nunca separó su arte y sus ideales. Aportaba el sonido de sus vientos en cada lucha que lo ameritara pero también brindaba su amistad y solidaridad en todo lo que podía aportar. Un tipo con un corazón enorme y una amabilidad que se encuentra poco en estos tiempos de individualismo.
Pero por sobre todo, sabemos que no había causa justa que no encontrara su solidaridad: tanto en el terreno de los DDHH, las luchas de los trabajadores, la defensa del medio ambiente, como de los pueblos originarios y, por supuesto, la defensa del arte callejero que defendía a puro pulmón, entre otras tantas. Y fue allí en la calle, luchando, donde muchos lo conocimos, marchando con su saxo colgando. En la marcha de antorchas de los obreros del Casino flotante, de la textil Mafissa, del INDEC y desde ya en la lucha por Justicia por Luciano Arruga.
Hace poco había tenido que dejar de tocar en los escenarios por problemas auditivos. Era saxofonista de bandas como Pezones Cardozo, Mavirock y Jamaicaderos.
Hoy queremos dejar desde La Izquierda Diario este humilde homenaje a tipos como él, que aportan su arte y su corazón a la lucha por un mundo mejor.
¡Hasta siempre querido Topo!
Se te va a extrañar. Tus vientos continuarán soplando en cada lucha.
