Mayo de 1810 se presenta en la historia oficial como el hito fundante de la nación argentina. Según un discurso historiográfico extendido, desde aquellos años, más allá de ciertos traspiés, la nación tomó la forma “republicana” de gobierno y se conquistaron doscientos años de vida “independiente”. Así, un mito de “origen” construido y difundido a través de diversas instituciones estatales, buscó legitimar en el pasado la conformación de una identidad y unidad nacional inexistente.
Presentamos una serie de notas que aportan una interpretación de la Revolución de Mayo.
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