Para no creerlo, el consejo nacional de educación propone eliminar de la malla curricular obligatoria la asignatura de historia en tercero y cuarto medio, lo que no ha dejado indiferente a nadie. Diversas figuras públicas, a través de diversos medios han salido a pronunciarse a favor o en contra, quedando en evidencia un sector que defiende la mercantilización de la educación y también sus intereses.
Desde la izquierda diario nos preguntamos ¿Quiénes son los responsables de tomar esta decisión? Y con más pesar que sorpresa nos encontramos con el Consejo Nacional de Educación, organismo que surge luego del desvío institucional de las movilizaciones por la educación en 2006, otro botón de muestra del por qué no debimos, ni aun en el presente, tener ninguna confianza con los partidos del régimen.
Entre los ocho flamantes integrantes del CNED nos encontramos, como señalábamos ayer, con miembros que representan a perfiles académicos conservadores y que están vinculados a la educación privada y a la estandarización educativa. Sin ir más lejos, el presidente del consejo, Pedro Montt Leiva ha participado en proyectos tales como el estatuto docente, la jornada escolar completa y la subvención escolar preferencial. Todos los proyectos mencionados anteriormente poco y nada han contribuido al desarrollo de la calidad de la educación, más bien han profundizado la competitividad entre profesores, jornadas escolares /laborales extenuantes y mayor financiamiento a privados a través de recursos públicos.
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El manto de dudas de las modificaciones curriculares
Las modificaciones anunciadas traen consigo importantes interrogantes relativas a la implementación práctica de esas medidas, pues se anuncia que será a partir de 2020- 2021 que deban comenzar a regir ¿Qué sucedería entonces con todas las horas lectivas de las y los docentes de historia? ¿Qué sucederá con la PSU de historia? Pues, por una parte, sabemos que la asignatura de historia ya fue reducida en su cantidad de horas curriculares en 2010 -2011, lo que implicó la precarización de miles de profesores que se vieron en la obligación de trabajar en más de un colegio, o en muchos casos se vieron empujados a la cesantía, o incluso a la deserción de la pedagogía. Mientras que, por otra parte la prueba estandarizada de selección universitaria (PSU) de historia, contempla los contenidos de la asignatura en tercero y cuarto medio.
El anuncio de esta modificación curricular toma a todos los sectores por sorpresa, en primer lugar porque no se concibe la eliminación de una de las asignaturas base de la educación y formación de sujetos sociales y en segundo, por la premura de la medida, lo que generó molestia en diversos actores sociales, como lo son docentes, estudiantes de pedagogía y organizaciones políticas.
Educación de mercado para el embrutecimiento ciudadano
Los sectores que expresan el rechazo a la reforma curricular, afirman que es una medida tecnocrática, que la asignatura sirve para comprender la historia y entender el presente entorno social y proyectar el futuro, que implica la formación de sujetos integrales y una larga lista de argumentos a favor de que se siga impartiendo, pero hay un elemento que parece pasarse por alto y es que la medida es tomada por un consejo de "expertos" que fueron designados a dedo por Michelle Bachelet y Sebastián Piñera, en primera instancia para darle solución al incipiente movimiento estudiantil que se levantó con fuerza el 2006 y que a través del aparataje burocrático institucional del Estado, se le utilizó para arremeter con medidas que, con el pasar de los años, solo profundizaron las lógicas mercantiles en todos los planos de la educación, pues la crisis que se abrió en 2006 y estalló en 2011 no se ha resuelto ni cerrado. Se ha profundizado.
Uno de los análisis más sentidos era el de la segregación social en la educación, dando cuenta de la existencia de una educación para pobres y otra para quienes tienen más recursos... y si la medida propuesta por el CNED apunta a esa ilusión del mercantilismo liberalista del "Poder elegir", nos preguntamos ¿Quiénes podrán elegir? Solamente en los colegios científico- humanista se utiliza la modalidad de optativos, pues en los colegios técnicos, comerciales o polivalentes, a los estudiantes se los prepara para el trabajo. ¿Qué historia estudiarán, reflexionarán y harán propias los jóvenes que por necesidades económicas entran a la educación técnica?
Si alguna lección hemos sacado de los procesos de 2006 y 2011 es que solamente confiando y organizando nuestras propias fuerzas, sin ninguna confianza en la política empresarial, podemos pensar y construir la educación que queremos y necesitamos. De cara al paro del 30 de mayo contra el sistema previsional y el gobierno, y el incipiente paro indefinido del colegio de profesores, todos los actores sociales de la educación: trabajadores de la educación, estudiantes, apoderados y estudiantes de pedagogía debemos organizarnos para frenar las reformas mercantiles y represivas del gobierno de Piñera, para democratizar la educación y ponerla al servicio de la clase trabajadora. |