Estamos sometidos al capitalismo, es decir, unos pocos deciden sobre la vida de millones. Deciden si podes vender comida en tal calle, a qué hora hay que pagar el alquiler, si la yuta te dispara por la espalda, si morís por abortos clandestinos, incluso ganan fortunas con la luz, el gas y el agua que usamos para lavar los platos sucios, porque para ellos los servicios básicos son para llenarse los bolsillos de plata.
Según el mismísimo Banco Mundial, actualmente existen 736 millones de personas sometidas a la pobreza extrema. En Argentina, a fines del 2018, el porcentaje de personas por debajo de la línea de pobreza llegó a 32 %, así lo informó el INDEC. Pero son los jóvenes los más golpeados, el 50% de los niños y niñas del país son pobres, llegando a ser hasta un 11% de los indigentes.
¿Un pacto con el diablo?
Desde la presentación del libro Sinceramente y el anuncio de la fórmula Fernández-Fernández, nos quieren convencer de que hay que hacer un “contrato social”. Un “acuerdo” entre los empresarios y los trabajadores.
Al mejor estilo peronista, buscan conciliar patrones con trabajadores, historia que ya sabemos como termina. Por ejemplo, en el caso de las automotrices, como la Fiat o Volkswagen, entre otras, los empresarios vienen llevando adelante un plan de ajuste que implica suspensiones, retiros voluntarios y despidos. A pesar de liderar los mercados y obtener en 2018 elevadas ganancias.
La “macrisis”
A las pibas las secuestran en lugares donde la policía cuida la puerta o simplemente te asesinan como a los pibes de San Miguel del Monte. Otros pierden la niñez, con los mocos colgando, descalzos en los subtes de la línea B.
No hay sólo una “macrisis”, hay una crisis capitalista, una crisis económica, política y social a nivel mundial. Esta organización de la sociedad que te hambrea, que te tira glifosato en la cara, te hace vivir la miseria por todas partes ¿acaso se puede ser libre con hambre?. Sed y trabajos detestables para la ganancia de unos pocos, es lo único que nos ofrecen.
Les que se dicen alternativa, que traerán paz y prosperidad, aunque la herencia sea pesada, o al menos mejor que Macri, son los mismos que nos dicen “vamos a pagar la deuda como siempre”. ¡La deuda con el FMI!
Cualquier negociación con el FMI será a cambio de una reforma laboral, quitarnos derechos laborales, precarizarnos más como ya lo hacen con Rappi, Uber, Glovo. Buscan pagar la deuda cambiando las leyes sobre la jubilación, para bajar los haberes como ya se hizo en Grecia, como si nuestros abuelos no tuvieran que elegir entre la farmacia o el súper.
Todo esto del “contrato social” suena a un plan de contención, suena a un espejo de colores, hasta hablan de que el aborto tiene que esperar. Con la marea verde las pibas mostraron la fuerza que tenemos los jóvenes, debemos confiar en nuestras propias fuerzas y organizarnos de forma independiente de todos aquellos que nos oprimen, que nos explotan y nos contaminan la tierra para llenar sus bolsillos y gozar de un paraíso construido con la riqueza que producimos nosotros.
Más allá de Macri, en cada paro general lloran por la televisión los millones que se perdieron. Lo que no se dan cuenta es que nos hacen ver el verdadero saqueo al cual nos están sometiendo. Hay que dar vuelta todo. |