Este lunes 03 de junio se llevó a cabo la primera audiencia por la reincorporación. Sin embargo, los dirigentes del sindicato hicieron todo lo posible por bajar a los testigos que ya habían decidido apoyar esta causa.
Intransigencia e hipocresía de la empresa
Esta primera audiencia de preparación, tenía básicamente el objetivo de presentar las pruebas y testigos de ambas partes, en nuestro caso, para probar que mi despido es antisindical, que se llevaran a discusión durante el juicio.
Correos, atreves de sus abogados, continua con la intransigencia e hipocresía, argumentando que no es un despido antisindical, ya que estaría hablado con los dirigentes, y que la empresa de correos siempre se ha preocupado e incentivado la organización y participación sindical de todos sus trabajadores. Cuestión que es completamente falsa, basta con ver que han despedido a la mayoría de los trabajadores y delegados que desde la huelga del 2013 nos veníamos organizando.
Dirigentes de la mano con la empresa
Sin embargo, lo que más llama la atención de todo este proceso ha sido el actuar de la directiva del Sindicato de carteros. Dirigentes como Hernán Martínez o Abel Cornejo, ambos militantes del Partido Socialista, desde un principio han dado completamente la espalda a este proceso, primero desconociéndome como delegado del sindicato, luego reproduciendo una y otra vez, en diferentes salas e incluso el congreso de delegados, el discurso de la empresa de que estoy bien echado y justificando mi despido.
Pero para esta segunda audiencia, su actuar dio un paso más allá, y a mi modo de ver es una cuestión completamente grave y repudiable: Tres días antes de esta audiencia preparatoria, hicieron todo lo posible, llamando directamente por teléfono a los compañeros que ya se habían comprometido con asistir como testigos, les decían “que tuvieran ojo, que no les convenia apoyarme en este juicio... que la empresa viene despidiendo... que el presidente de la mutual no me podía apoyar pues la gerencia siempre le da permisos y apoyos” incluso sacándoles favores que algunos tenían con ellos. Es decir, toda una línea de boicot hacia esta pelea.
Este actuar de los dirigentes no es para nada nuevo y es el mismo que tienen los dirigentes de la CUT (PC-DC)a nivel nacional que justifican los despidos.
Históricamente han estado de la mano con gerencia para conservar sus privilegios; el 2013 engañaron directamente a las y los trabajadores con el bono de termino de conflicto que resultó ser un préstamo blando; mantienen la completa pasividad y desarticulación de la enorme organización que existe en correos con el cuerpo de delegados, frente a las condiciones precarias y bajos sueldos con los que tenemos que lidiar carteros y operadores; no han defendido a ningún trabajadores despedido desde el 2013 a la fecha, como L. Bravo, D. Melipil, Ruminot, mi caso y cuantos otros; este año no han hecho ninguna asamblea de trabajadores, este hecho de por sí ya es grave, pero más grave se vuelve si se tiene en consideración que este año se negocia colectivamente. Es decir, los dirigentes están más preocupados de andar de la mano con gerencia para conservar sus privilegios que de organizar a las y los correanos.
Esta lucha por mi reincorporación la vamos a llevar hasta el final, pues queremos tomar el ejemplo de las y los trabajadores del Ferro, de la fábrica de explosivos Orica, de la profesora y delegada Daniela Avilés, que si sirve luchar, y que si nos organizamos en unidad, podemos ser una gran fuerza.
Desde mi organización, el Partido de Trabajadores Revolucionarios, estamos convencidos que la única oposición que se le puede hacer al gobierno de Piñera con sus reformas y ataques, es que las y los trabajadores en unidad con el movimiento estudiantil y movimiento de mujeres, pasemos al centro de la escena política, y esto solo lo conseguiremos si es que damos hasta el final estas batallas.
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