La lucha nacional se da con fuerza, con miles en las calles, con creatividad, utilizando las redes sociales, pero también, métodos históricos de lucha y organización: el paro, la asamblea, la marcha como la del 6 de junio con más 80mil personas o la caminata hacia Valparaíso y el Congreso Nacional que contó con más de 30mil adherentes, los cortes de calle, concentraciones fuera de municipalidades. Una fuerza nacional que es el resultado de vivencias cotidianas del gremio en cada comuna, en cada colegio: ratones, techos que se llueven, infraestructura precaria, sueldos bajos, agobio laboral, deudas por parte del Estado, entre otras.
En Lo Espejo se suma un autoritarismo por parte de la alcaldía que durante el año ha buscado despedir a todo profesor que se organiza y lucha creando además listas negras, esto, en medio de una profunda crisis que mantiene a liceos públicos del sector en una enorme precariedad. Es que la educación de mercado, que divide la educación en una para ricos y otra para pobres, donde las comunas con más ingreso pueden mantener a sus liceos en mejores condiciones que comunas más pobres, golpea particularmente a comunas de la periferia.
Santiago profundo se alza junto a los profesores de Lo Espejo, porque detrás de cada profesor hay estudiantes “problema”, cuyo problema real es, en realidad, su contexto: el narcotráfico, la violencia intrafamiliar, la violencia de género, la prostitución, el racismo, la xenofobia y homofobia. Entre una sociedad que promueve la discriminación y divide por razones de género, sexo o etnia, que amenaza con deportación de migrantes la educación es fiel reflejo: un educación pública precaria y políticas que no responden a las reales necesidades que se presentan en el aula: por ejemplo, a la vez que promueve una Ley de Inclusión, no reconoce la labor de las profesoras diferenciales haciendo imposible hacer frente a la ardua labor educativa que se requiere. Su política es demagogia y engaño. Los docentes se encuentran hoy, desamparados por un Estado que concibe a la educación como un privilegio, como un negocio.
La crisis en Lo espejo es profunda, por eso, en asamblea comunal y democráticamente se ha votado un petitorio para negociar, también, particularmente con la municipalidad. El petitorio integra la exigencia de un plan adecuado y efectivo de eliminación de plagas, mantención de la infraestructura de los establecimientos educacionales; biblioteca CRA; asignación de las horas PIE desde marzo de cada año, horas de coordinación entre educadoras diferenciales y profesores. Transparentar la administración de los recursos que ingresan al municipio por concepto PIE y para educación en general, detallados informes públicos en la web. Terminar con el agobio laboral; contratación de profesores volantes cuando se ausenta un profesor/a por licencias médicas y no realizar labores que corresponden a otros funcionarios: limpiar, pintar, barrer aulas, etc. Fin a las listas negras. Horas gremiales semanales por escuelas y liceos, para que los profesores tengan derecho a organizarse y participar de las decisiones importantes en cuanto a educación. Contrato indefinido a profesores. Control de los recursos que ingresan al municipio por parte de los Consejos Escolares, llegando a un acuerdo de que sean resolutivos, (CER) y ampliando sus funciones a nivel comunal.
Es un petitorio que se hermana al petitorio nacional, una pelea común por mejores condiciones laborales y por el fortalecimiento de la educación pública.
Delegados para fortalecer la lucha desde la base
Recientemente las y los profesores de Lo Espejo votaron un cuerpo de delegados con el fin de democratizar su organización y que sean las bases, organizadas en las asambleas comunales, las que decidan. Hay que profundizar esta política, que ningún dirigente negocie a nuestras espaldas y que a toda instancia de negociación asista junto a la directiva comunal, los delegados votados y mandatados por asamblea. Este es un ejemplo a nivel nacional, nuestra pelea tiene que ser también por avanzar a realizar asambleas nacionales abiertas a todo quien quiera asistir y donde los delegados votados en asambleas comunales de colegios que están en lucha tengan además poder de decisión. ¡A fortalecer la lucha desde la base! ¡Por una asamblea nacional abierta y donde los delegados de los liceos en lucha también decidan!
Ampliar el petitorio nacional y local. Por un paro nacional en unidad con estudiantes y trabajadores
El petitorio votado y discutido democráticamente por la asamblea de Lo Espejo es no sólo un importante punto de apoyo, sino que una pelea necesaria para, entre otras cosas, que ningún profesor más sea despedido por luchar y puesto en listas negras.
Desde esta importante lucha que integra también el petitorio nacional frente al cual el gobierno dio una respuesta totalmente insuficiente es necesario pelear el cumplimiento de todas las demandas locales y nacionales, y también, tomar demandas que nos afectan a nosotros y a los estudiantes como Aula Segura y Admisión Justa. No es a partir de la criminalización y la política punitiva que podremos enfrentar la difícil realidad que a muchos profesores les toca enfrentar en el aula, sino que el fortalecimiento de la educación pública a través del financiamiento integral por parte del Estado; el fin del agobio laboral peleando por 50 horas lectivas y 50 no lectivas; el control por parte de apoderados, profesores y estudiantes de los liceos. Se requiere un nuevo sistema nacional donde el curriculum sea discutido colectivamente sin ninguna imposición ni debilitamiento de habilidades tan importantes como las que entrega historia y educación física y que hoy quieren ser mermadas a través de la propuesta de que se conviertan en ramos optativos. Que la CUT, la Confech y todas las organizaciones sociales y políticas convoquemos unificadamente un paro nacional que unifique la lucha docente, la pelea de las trabajadoras de la AJUNJI e INTEGRA y la lucha contra Aula Segura y Admisión Justa. ¡Vamos por un paro nacional unificado de profesores, trabajadores y estudiantes! |