Un hecho político nacional ocurrido este miércoles 19 de junio fue el violento ingreso de la policía, una vez más, al Instituto Nacional. Esta situación fue ampliamente difundida y repudiada en redes sociales, y también se expresó en una posterior velatón que impulsaron apoderados, profesores y estudiantes en la tarde noche.
Y es que tal como en dictadura militar, la policía ingresó a las salas de clase, gaseando a estudiantes y reprimiendo brutalmente. El establecimiento educacional lleva semanas sitiado por FFEE de Carabineros, debido a la política represiva del gobierno de Piñera y su cruzada criminalizadora, con el proyecto "Aula Segura" como "caballito de batalla", liderado por la pinochetista ministra de Educación, Marcela Cubillos. Junto al alcalde derechista Alessandri, vienen encabezando una fuerte ofensiva contra los estudiantes; quieren doblegar la lucha de los jóvenes para, desde ese "ejemplo", desmoralizar a sectores del movimiento estudiantil y evitar cualquier tipo de organización y cuestionamiento a esta educación neoliberal y autoritaria.
Las imágenes de los policías al interior de las salas de clase, intimidando a menores de edad, recuerda a los peores momentos de la dictadura, donde carabineros y, en ese tiempo, militares, ingresaban a colegios, liceos y universidades, reprimiendo, golpeando e, incluso, llevándose detenidos a estudiantes. Bien conocidos son los casos de jóvenes asesinados en aquellos tiempos, desaparecidos y torturados. Y sí, no estamos en la dictadura de Pinochet, pero es un hecho que vivimos las distintas herencias que dejó su régimen, como la impunidad policial y la presencia de policías en instituciones educativas, bajo un sistema autoritario y mercantil que solo vela por los intereses de empresarios y que no deja, bajo ningún motivo, que se cuestionen su negocio y su concepción de educación.
¿Se va a permitir que hechos así sucedan, que la policía ingrese a las salas de clase donde están jóvenes, niños y niñas, los reprima e intimide con total impunidad? ¿No es acaso momento de que todos los organismos estudiantiles como la Confech, federaciones, Aces, Cones, junto al Colegio de Profesores, convoquen a un paro nacional educativo contra la represión del Gobierno y por las demandas de las y los docentes? La debilidad de Piñera y las movilizaciones de distintos sectores de trabajadores y trabajadoras, muestran un camino abierto para avanzar en la unificación de las luchas y demandas, en un pliego común de reivindicaciones, por el cumplimiento de todas las exigencias, y para enfrentar las reformas precarizadoras de la derecha y empresarios.
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