Cientos de trabajadores de la empresa Coca Cola FEMSA levantaron los paros que sostenían en 5 plantas de distribución en la Ciudad de México denunciando las condiciones de trabajo en las que laboran y evidenciando una maniobra de la patronal para reducirles el salario.
Los trabajadores dieron a conocer que la empresa les hizo firmar una hoja en la que aceptaban la reducción de su salario a partir de quitarles las comisiones por ventas a los trabajadores y dejándoles únicamente el salario base.
Esto significa una fuerte reducción a su ingreso, en el marco de que las condiciones de explotación son muy duras en la Coca Cola, los trabajadores denunciaron, por ejemplo, que trabajan jornadas de 12 o 14 horas e incluso llegan a quedarse en la empresa a dormir pues tienen hora de entrada, pero no de salida.
La patronal junto al sindicato charro de la CROM, intentó meter miedo a los trabajadores y negociar por separado, sin embargo, la determinación de los trabajadores fue mayor en plantas como Iztacalco o Mixcoac.
Los trabajadores aceptaron regresar al trabajo, previo acuerdo de que no exista ninguna represalia y con la intención de continuar la demanda de mejores condiciones a partir de fortalecer la organización colectiva.
El conflicto se difundió ampliamente generando solidaridad entre trabajadores de otros sectores, dándose a conocer las demandas de los trabajadores y sus condiciones de trabajo en una trasnacional que factura miles de millones de dólares anualmente.
La fuerza de los obreros en lucha puso a temblar a la patronal de una enorme empresa como Coca Cola, luego de estos paros se queda la experiencia de la lucha colectiva que permite arrancarle derechos a la patronal.
La lucha de los obreros de la Coca en la ciudad, aún su corta duración, es un ejemplo para la clase trabajadora en el país y de esta se pueden extraer valiosas enseñanzas para futuros conflictos. Los trabajadores en México comienzan a levantar la cabeza. |