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La Izquierda Diario
4 de abril de 2015 Twitter Faceboock

LOS TRABAJADORES CONDENARON LA AGRESIÓN EN ASAMBLEA
Las lecturas políticas y sindicales de la agresión al periodista de diario El Chubut
Iván Marín | Trabajador de prensa de diario El Chubut

Las complicidades entre las empresas de comunicación y los partidos del régimen en resguardo de los matones y punteros políticos. Respuestas de las patronales y de los trabajadores a las agresiones a los periodistas. Libertad de empresa y libertad de expresión.

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La tranquila mañana del lunes último se vio abruptamente convulsionada cuando en horas del mediodía el periodista Rodrigo Mansilla fuera agredido violenta e inesperadamente por un funcionario municipal de Trelew. Mansilla, mientras desempeñaba sus habituales tareas para FM El Chubut y diario El Chubut, recibió amenazas de muerte y un golpe de puño por parte de un patovica que responde a Alberto “Cascarita” Segundo, coordinador de Tránsito del Municipio. Tras una discusión y un quirúrgico cuñetazo sobre su rostro cayó inconciente en la vereda del Palacio Municipal y terminó en el hospital luego que una ambulancia lo trasladara.

En declaraciones telefónicas al programa matinal de FM El Chubut, Radioactiva, el periodista agredido relató minuciosamente la agresión en el Municipio de Trelew. “Me amenazaron de muerte”, comenzó. Señaló que fue “una situación totalmente armada, una cama. Yo bajaba de la escalera del primer piso hacia el hall, y ahí me esperaba este sujeto (Alberto Segundo). Me abrazó, pero pasaba desapercibido porque estaba lleno de gente. Entonces llama a dos sujetos grandotes, a uno de melenita que creo que le dicen “Willy”, que es el que me termina pegando. Dice mírenlo bien porque a él es al que tienen que ejecutar. En ese momento el de melenita me hace el gesto de que saca una foto. Entonces, empieza a decir (Segundo) mírenlo bien porque a él es al que lo van a tener que buscar adonde esté, lo van a cagar bien a trompadas, lo van a poner en bolas y lo van a colgar. Entonces ahí me mira cara a cara y me dice yo lo hago. Eso está filmado, porque el municipio ahora tendrá a disposición las filmaciones. Salgo y en la esquina me increpa mal. Le dije vos te estás dejando llenar la cabeza por determinado funcionario. Sigue el entredicho diciéndome que me va a hacer mierda. Me dice que sabe dónde vivo, todos mis movimientos, todos mis horarios. Ahí percibo un bulto que viene del lado derecho y siento el impacto (del patovica). Terminé entre una camioneta y el cordón tirado en el piso. Imaginate que no estaba preparado para recibirlo”.

Inmediatamente conocida la agresión el repudio fue generalizado. El intendente Máximo Pérez Catán, para despegarse rápidamente del asunto, echó a Segundo. Mientras todo esto ocurría la empresa donde trabaja el periodista denunciaba públicamente el hecho y la totalidad del arco político manifestaba su repudio. Los trabajadores de prensa fueron los primeros en manifestar su solidaridad con el compañero agredido y la condena pública de la agresión mediante redes sociales. Al poco tiempo, a pedido de un grupo de trabajadores de prensa autoconvocados, el delegado normalizador del Sindicato de Prensa del Noreste del Chubut enviado por la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa, emitió un comunicado al respecto . Delegados de diario El Chubut convocamos a asamblea para el día siguiente en los turnos mañana y tarde para discutir la situación, pese a la negativa de José María Sáez, dueño del diario.

Luego de más de media década se logró hacer el martes una asamblea en el diario.

Fue en el turno mañana, con buena concurrencia y discusiones muy ricas, todas obviamente repudiando la agresión. También se intercambió sobre cuestiones referentes a nuestra situación laboral y se apoyó el paro contra el impuesto al salario. Lamentablemente a la tarde no sucedió lo mismo, ya que los integrantes de la Lista Azul, conducción saliente del sindicato, se opusieron a convocar a asamblea, es decir, se dieron vuelta de la decisión del día anterior. La razón principal que manifestaron es que estaban conformes con la respuesta que dio la patronal a la agresión y que por ende era innecesario discutirlo en asamblea.

Acerca de la condena de las empresas de comunicación a la agresión

Como se dijo, la empresa donde trabaja el periodista dio una respuesta que en una primera instancia podría parecer enérgica frente a la agresión. Sin embargo, si nos detenemos en el análisis vemos que llegó todo lo lejos que puede llegar la condena de una empresa que por su rol social necesariamente tiene vínculos con el poder. Obviamente, es patrimonio todas las empresas de comunicación. Si esto no fuera así por qué la foto que acompaña la tapa del matutino donde se denuncia tiene como actores principales al periodista agredido y un supuestamente compungido intendente. El diario claramente reivindicó el rol jugado por el intendente con posterioridad al hecho: su rápida presencia en el nosocomio local para solidarizarse con el periodista, la baja en sus funciones al agresor y la posterior conferencia de prensa condenando los hechos.

Sin embargo, nada de esto quita la responsabilidad política del intendente dasnevista. El 27 de febrero pasado el sitio web politicachubut.com.ar publicó una nota titulada “Se constituyó en Trelew el comité de campaña de Chubut Somos Todos” . La misma se acompaña con una fotografía que muestra a los integrantes del susodicho comité: Jorge Etchepareborda, Abel Cheín, Verónica Rossi, Juan Carlos Arzán, Jorge Leiva y Alberto Segundo. El agresor es el primero que aparece a la derecha de la foto con camisa blanca. Es decir, además de funcionario municipal, era uno de los principales punteros políticos del dasnevismo en Trelew. He ahí una de las razones para que este lumpen a sueldo de Chubut Somos Todos cuente con “guardaespaldas”, siendo que es un simple Coordinador de Tránsito.

“Cascarita” es un histórico malandra del dasnevismo local, que viene ocupando cargos políticos desde hace muchos años. Durante su gestión al frente del Hogar de Ancianos de Trelew tuvo varias denuncias por maltrato a quienes se alojaban allí. Incluso muchas de estas denuncias fueron realizadas en medios de comunicación que las cajoneaban. Uno de ellos es el propio diario El Chubut, que en no pocas ocasiones se hizo el distraído y no publicó denuncias de las propias empleadas del Hogar que se acercaron al diario para dar a conocer estas situaciones. Obviamente, estas decisiones fueron tomadas por la línea editorial del medio y no por sus trabajadores que, como se sabe, corren la misma suerte que en las demás empresas de comunicación en lo que a censura se refiere. ¿Qué hubiera pasado si el diario publicaba estas denuncias? ¿Por qué decidió callar? ¿Cuántas “omisiones” como estas se producen cotidianamente? Es fiable pensar que la agresión al periodista no hubiera ocurrido. Ahí es donde vemos que las responsabilidades de las empresas de comunicación y la casta de políticos de los partidos patronales se hacen más evidentes que nunca. Aunque, para ser sinceros, esto tampoco hubiera resuelto el problema, ya que, al igual que después de lo que sucedió con la agresión, “Cascarita” obviamente no se hubiera quedado sin “laburo”. Estos hampones son imprescindibles para los partidos del régimen y su política punteril en las barriadas populares.

Como se ve, una respuesta de los trabajadores de prensa realizada de manera independiente de las patronales y los gobiernos de turnos, es imprescindible para combatir estas situaciones aberrantes y recurrentes. Nuestros métodos históricos son las asambleas. La Lista Azul al oponerse a discutir entre los propios trabajadores una respuesta contundente a la agresión termina haciendo caldo gordo a las prácticas sistemáticas de complicidad entre las empresas y los partidos políticos del régimen. Son los propios trabajadores los que sufren a diario la censura de las patronales, censuras que también atentan contra la libertad de expresión y que tienen como corolario casos como estos. Se ha escrito mucho ya al respecto: es falso plantear que las empresas de comunicación están por la libertad de expresión y de prensa, la única libertad que ellos conocen es la libertad de empresa. Somos los trabajadores de prensa y sectores populares los únicos realmente interesados en luchar hasta el final por la libertad de expresión.

 
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