El Consejo Nacional de Televisión (CNTV) ha recibido más de 600 denuncias contra Televisión Nacional de Chile (TVN), porque el jueves divulgó el perfil psicológico de Fernanda Maciel, en el noticiero central y en horario prime. Denuncias que dejan entrever el impacto del movimiento de mujeres y hacen un llamado de atención sobre un análisis necesario ¿qué rol cumplen los medios de comunicación en la reproducción o superación de la violencia machista?
Morbo en medios y desidia de las autoridades para dirigir la investigación
“Cuando se descubrió que la información era un negocio, la verdad dejó de ser importante”
Ryszard Kapuściński
Desde el primer día de la desaparición la familia señaló pistas claves para el hallazgo de Fernanda Maciel, joven de 21 años con 7 meses de embarazo. Más de un año debieron esperar, para confirmar sus sospechas, el cuerpo de la joven estaba a metros de su casa. Pero los medios de comunicación, en especial, la televisión gastó valiosas horas en pantalla elaborando hipótesis que siempre expusieron a la opinión pública aspectos íntimos de la vida de Maciel y su familia, todas ponían entredicho la responsabilidad de la joven en su propia desaparición.
Es que se trata de una mujer, joven y pobre. Oportunidad que dio espacio a los medios masivos de comunicación en manos de grandes empresarios y sus líneas editoriales para un disciplinamiento ideológico, recubriendo su misoginia con un discurso de “autocuidado”.
Cabe recordar, el tratamiento que hubo en canal 13 sobre el caso de Nabila Rifo, que llegó al punto de exponer el informe ginecológico en un matinal. Ahora, siguiendo ese ejemplo, TVN difundió el informe psicológico de Fernanda Maciel, con la excusa de comprender así quién podría haberla atacado. Como si su forma de ser explicara lo que le pasó. Pero en Twitter se disparó el hashtag #TVNTuMisoginiaMata, acusando el reportaje de "machista" y "violento", por señalar que “la personalidad de la joven y sus carencias, la hicieron caer en las redes de su femicida", comparando el tratamiento del caso del profesor Nibaldo en que todo se desarrolló con mucha más diligencia y respeto por la intimidad de la víctima y su familia.
Aunque ahora pidan disculpas públicas desde el canal estatal, que está bajo la dirección de un gobierno de derecha, ya han expuesto a una familia pobre que busca justicia para su hija y responsabilizó a las víctimas. Pero no es de extrañar, si la derecha ha encontrado justificación para cometer terrorismo de Estado y violaciones de Derechos Humanos. Esas son las bases sociales y políticas que reproducen la violencia de género que este año ha cobrado la vida de 32 mujeres, según los datos de la Red Chilena Contra la Violencia Hacia las Mujeres.
La prensa, la televisión, las comunicaciones, nunca tienen una visión neutra de la realidad, siempre su discurso está mediado por una perspectiva ideológica de la línea editorial. Eso explica también la forma en que los medios han tratado el paro docente, poniendo énfasis en que se pierden clases, pero no en el contenido de las demandas, que en última instancia buscan generar condiciones necesarias para que niños y niñas, profesores y profesoras, hombres y mujeres tengan los mismos derechos a educar y ser educados. Pero eso podría llevar a cuestionar la desigualdad de clases sociales.
Entonces el análisis de la violencia de género en matinales y noticiarios se enfoca en vender cuerpos de mujeres, su intimidad, sin relacionar lo contingente de la lucha docente y el rol de la educación en la prevención de la violencia, teniendo en cuenta que 8 de cada 10 docentes son mujeres.
Los medios de comunicación que están en manos de grandes empresarios y de partidos patronales criminalizan el paro docente y responsabilizan a las víctimas de violencia de género o de violencia policial como pasó con el caso del asesinato de Camilo Catrillanca.
Una fusión necesaria para exigir justicia y para prevenir la violencia de género
Lo mínimo que debe garantizar un canal estatal es el respeto a los derechos humanos, que entre otras cosas prohíben la privación de la vida; la tortura, las penas o los tratos crueles o degradantes, las injerencias arbitrarias en la vida privada y la propaganda en favor de la discriminación. La familia de Maciel ha sufrido violación de muchos de estos derechos. Hay responsabilidades políticas y de Estado, que sólo podrán ser cobradas por la fuerza de ese movimiento de mujeres que se expresó el 8 de marzo en alianza con sectores como docentes, que vienen exigiendo participación en la construcción de un sistema educativo no sexista.
Desde la Izquierda Diario ponemos nuestro periodismo militante al servicio de esta perspectiva y llamamos al Colegio de Periodistas a que pasemos de la crítica a este tipo de prácticas, a la unidad en la lucha con docentes, estudiantes y el movimiento de mujeres, fusión que tendría la fuerza para transformar la cruda realidad de la violencia de género que reproduce el sistema educativo y los medios de comunicación. |