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En esta semana tuvimos una dosis intensa de cifras y anuncios, detrás de los cuales aflora otra grieta, la de un país rico en recursos, pero cuyas clases dirigentes lo han conducido a una decadencia cada vez más insoportable para las mayorías.
Al ritmo de la recesión que ellos provocaron y que lleva 12 meses seguidos van dejando un tendal de caídos.
En abril se perdieron más de 200.000 puestos de trabajo registrados respecto de un año atrás, la mitad de los trabajadores se encuentra bajo alguna forma de precarización laboral y la pobreza alcanzaría al 35 % de la población.
Aunque como siempre hay extremos y la provincia de Jujuy no es la excepción.
Ocupa el segundo lugar en mayor destrucción de empleo registrado del país desde hace 10 meses.
Mientras se degradan las condiciones de vida de aquellas y aquellos que no les queda otra que rebuscarse en la informalidad para sobrevivir, hay unos pocos que viven una verdadera fiesta.
Aquí afloró otra grieta, se dio a conocer que el 10 % más rico de la población amplió su distancia respecto de los más pobres, percibiendo un ingreso 21 veces mayor.
La gente vota, el capital manda
Como ya comente, hay quienes hablan que vivimos en una “democracia de la desigualdad”, nosotros preferimos denominarla una “democracia de los mercados”, donde la política tradicional se confecciona mirando el humor de los banqueros y de los organismos internacionales. A parir de allí se organizan nuestras vidas.
El gran capital que saquea al país mediante la fuga de capitales, el envió de las ganancias de las multinacionales a sus lugares de origen o la usura del pago de la deuda externa.
Así desde el gobierno Cambiemos la fuga de dólares totaliza más de 70.000 millones de dólares (un 50 % de lo fugado durante los gobiernos kirchneristas); pero a su vez, un monto que si el país pudiese disponerlo hubiese evitado tener que volver a subordinarnos al FMI que prestó por U$S 57.100 millones.
Pero justamente la clase dirigente, empresarios y políticos, son socios menores y gestores del gran capital y prefieren hacer sus negocios; a costa de profundizar la decadencia nacional hundiendo a las mayorías en la pobreza como sucede en las grandes crisis como en 1989, el 2001 o la que se está por venir si no los frenamos.
¿Qué festeja Macri con la Unión Europea?
En medio de tantas malas noticias para Cambiemos ayer tuvieron un momento de felicidad con la firma del acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea.
Aunque no se algo que lo veamos en lo inmediato también adelanta las imágenes de la decadencia de un país que profundizaría su carácter dependiente y atrasado como vendedor de productos agrícolas y sus derivados al mundo, a cambio de importar bienes de capital y tecnología.
Al igual que con el negocio financiero los terratenientes y empresarios del campo, algunos industriales y empresas de servicios tendrán asegurado su nicho de negocios. En cambio, para las mayorías las penas seguirán siendo de nosotros y las vaquitas seguirán siendo ajenas.
Estas es una radiografía parcial del capitalismo argentino que defienden todos, aunque en este caso, sea el senador Pichetto, el vice de Macri, el que lo diga con mayor énfasis.
La rosca
Así las cosas la rosca política dejó heridos y una variedad de panqueques que se dieron vuelta dentro de lo mismo, los partidos tradicionales, integrando las listas de Cambiemos, las de los Fernández o la de los pilotos de la vereda del medio, Lavagna – Urtubey.
En Jujuy el escenario de las PASO encendió la interna del PJ con sus propios casos de panquequismo, aquellos que se oponían a ir detrás de Cristina, ahora son los más asiduos defensores de la fórmula presidencial que integra la ex presidenta.
Abran paso
Pero en la provincia las buenas noticias vinieron con las grafas narajas y los cascos amarillos que esta semana se abrieron paso en la capital jujeña.
Más de uno se sacó el sombrero frente a los mineros y mineras de El Aguilar quienes lograron hacer retrocer a la gran patronal con su reclamo por mejoras en las condiciones de seguridad y ante el maltrato del gerente que tuvo que renunciar.
Como siempre te decimos, es la fuerza de la clase trabajadora en unidad con el pueblo pobre la que pueda poner un freno al manoseo y al ajuste de todos ellos. Esta es la apuesta de quienes estamos siempre del mismo lado porque la decisión sobre nuestro futuro o la tomamos nosotros o quedamos en manos de quienes nos conducen otra vez al abismo. | 
