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López Obrador llegó a un acuerdo con Donald Trump: a cambio de que no aplique aranceles a las exportaciones mexicanas, es el encargado de contener la migración de miles de hermanos centroamericanos. Por eso, hoy la frontera sur se encuentra militarizada y custodiada por elementos de la Guardia Nacional que tienen como propósito reprimir y deportar a migrantes que cruzaron la frontera en búsqueda de asilo y oportunidades de trabajo en Estados Unidos.
Con esto, lejos de resolver la situación de los migrantes, volverá aún más terrible y riesgoso su tránsito, pues se ven obligados a abandonar sus lugares de origen, huyeron de la miseria y la violencia, producto de la aplicación de los planes neoliberales ordenados desde Washington.
Así, López Obrador cedió en toda la línea al chantaje xenófobo de Trump, utilizando como “moneda de cambio” a los migrantes. Se muestra que, más allá de sus referencias nacionalistas, el gobierno mexicano terminó aceptando las terribles condiciones impuestas por la Casa Blanca. Y los que sufren las consecuencias son los más oprimidos y explotados.
Frente a esto, es necesario conquistar una verdadera independencia nacional. No al pago de la deuda externa, la renacionalización sin indemnización de la industria energética entregada al capital extranjero, y la disolución de la Guardia Nacional.
Las organizaciones obreras en Estados Unidos y en México tienen que hacer propia la lucha de nuestros hermanos migrantes, contra las deportaciones y la represión en la frontera norte y sur.
Libre tránsito para nuestros hermanos migrantes.
¡Abajo el muro de Trump!
¡Abajo el muro militar de López Obrador!
Ningún ser humano es ilegal.
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