Estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) volvieron a ocupar este lunes las instalaciones de la casa de estudio en dos ciudades del país en apoyo a las protestas que promueven médicos y maestros a favor de la salud y educación.
Los manifestantes mantienen tomadas las instalaciones universitarias en las ciudades de San Pedro Sula y Tegucigalpa, las dos más importantes del país, afirmaron fuentes de la UNAH.
El grupo de estudiantes anunció este lunes la creación de la Coalición en Defensa de la Comunidad Universitaria y solicitó al rector de la UNAH, Francisco Herrera, que se sume a la misma para buscar soluciones a los distintos problemas de la institución.
Los estudiantes ya habían realizado acciones el interior de la universidad la semana pasada cuando fueron brutalmente reprimidos por la policía, a pocos días que el gobierno de Juan Orlando Hernández (JOH) anunciara que desplegaría a los militares en las calles para acabar con las protestas de docentes y médicos.
Las autoridades universitarias habían anunciado para este lunes la reanudación de clases en todos los centros del país de la institución, luego de que las actividades fueron suspendidas el 25 de junio tras la represión que dejó al menos cuatro estudiantes heridos el día anterior.
Los estudiantes se han unido en los últimos días a las manifestaciones que promueven médicos y maestros del sector público que exigen mejoras de los sistemas sanitario y educativo público, y que comenzaron contra el proyecto de privatización de parte del Gobierno de JOH.
Los decretos, que en abril habían sido aprobados por el Parlamento hondureño, fueron derogados el 2 de junio por el Gobierno de Juan Orlando Hernández, pero las protestas no cesan, y piden la renuncia del presidente.
Hernández no solo está cuestionado por la aplicación de los planes de ajuste que le exige el FMI sino que se encuentra envuelto en un escándalo de corrupción. Además fue elegido en medio de unos comicios considerados fraudulentos por la oposición. Hernandez es el último presidente de un eslabón de mandatarios títere de Estados Unidos, que se suceden desde el golpe cívico militar que derrocó al presidente Manuel Zelaya en 2009 y que fue planificado desde Washington.
Es por esto que Hernández ordenó la salida a las calles de la Policía Militar. Una medida que no solo es rechazada por sectores sociales al interior de Honduras sino que incluso fue cuestionada por organismos como las Naciones Unidas y Amnistía Internacional. |