Este martes el secretario de Salud, Adolfo Rubinstein, aseguró que el calendario de vacunas “está garantizado”. El lunes se conoció un informe oficial presentado a la comisión de Salud y Acción Social de la Cámara de Diputados. La información había sido solicitada ante los reclamos de distintas provincias, por faltantes y demoras en la entrega de vacunas.
Los datos del informe fueron presentados en los medios como una especie de admisión de la crisis del sistema vacunatorio, por parte del Gobierno. Sin embargo, en la mañana del martes Rubinstein negó que la situación fuera tal como se informó.
El secretario dice que hubo cambios en “el mecanismo de compra, que era por licitación directa y pasó a fondo rotatorio de la Organización Panamericana de Salud (OPS), lo que implicó tres meses de atraso que luego se compensó".
En diálogo con Radio con Vos, sostuvo que el problema no es local, sino global y que hay otros países que también estarían comprometidos. El Gobierno "compró el 80 % de las vacunas a la OPS que tiene un fondo rotatorio que consiste en comprar por cuenta y orden de los países de la región a los laboratorios productores con la estrategia de conseguir mejores precios y formas de pago", aseguró.
En limpio, Rubinstein dice que faltan vacunas porque los laboratorios especulan con los precios. El funcionario admite que en algunos casos las partidas que se compraron el último año son menores que en años anteriores y explicó a Clarín que hay dos motivos: “Sobrantes de stock del año anterior que requieren comprar menos en el período siguiente y un corrimiento de los plazos de compra por el impacto de la devaluación".
¿Es en serio?
La hipótesis de que hayan sobrado vacunas del año pasado, no parece muy creíble a la luz de las denuncias. En abril, Carla Vizzotti, presidenta de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (Save), denunció que seis provincias notificaron formalmente el faltante de vacunas: Santa Fe, Buenos Aires, Tucumán, Neuquén, Chubut y Córdoba.
El pasado domingo, la jefa del vacunatorio del Hospital Provincial de Neuquén, Anahí Urrutia, denunciaba el faltante de vacunas contra la meningitis. "Desde el año pasado empezamos a quejarnos fehacientemente por la irregularidad, por ejemplo mandaban partidas de 50.000 en un mes y después no mandaban nunca más”, denunció.
No estuvieron solos
La devaluación que Rubinstein señala como factor imprevisto que complicó todo, en verdad se dio como parte de un plan de ajuste. Previamente, el impacto de este plan en la salud pública, se expresó en los recortes en la cantidad de plata que le asignaban los presupuestos que se votó año a año en el Congreso.
Estos recortes en áreas como salud y educación fueron más feroces en el último presupuesto. Nicolás del Caño, candidato a presidente por el FIT - Unidad, denunció en su momento que parecía "redactado en Washington", "en las oficinas del FMI".
Cambiemos pudo hacer todo esto a pesar de no ser mayoría en el Congreso, gracias a varios "ayudantes". El rol del peronismo en el Congreso fue clave. Por ejemplo, el Frente Renovador de Sergio Massa, actual candidato a diputado nacional por la lista Frente de Todos, aportó sus votos para la mayoría de las leyes de ajuste.
Nuestra salud nunca está primero en sus planes
En las negociaciones del acuerdo Mercosur-UE, Cambiemos, las farmacéuticas locales fueron muy beneficiadas. Lo que describió el editorialista de La Nación, Carlos Pagni, es lo que se dice una extorsión: “El principal motor de resistencia a este tipo de acuerdos es el sector farmacéutico”. Según el periodista, en la Argentina los laboratorios locales tienen una participación en el mercado muy superior a los de otros países de la región, superior al 50%. Las empresas habrían hecho jugar su peso para que el acuerdo no afectara sus negocios.
Que falten vacunas es una clara muestra de que nuestra salud no es la prioridad en las cuentas que hacen los laboratorios internacionales, ni los locales. Tampoco del Gobierno, ni el resto de las fuerzas políticas que aplican el ajuste del FMI sobre nuestras vidas y los servicios a los que accedemos. Mientras, las empresas farmacéuticas especulan con los precios a costa de la salud de países enteros y hacen lobby para presionar gobiernos. Nunca pagan las crisis.
La única fuerza política que plantea que la prioridad son nuestras vidas, la salud, la educación, el trabajo genuino, es el Frente de Izquierda - Unidad. La única que rechazó todos los presupuestos de ajuste. La única fuerza que defiende la salud pública y nuestros derechos, contra el ajuste de los empresarios que lucran con nuestras vidas y los políticos que gobiernan para ellos. |