Somos profesores de colegios particulares subvencionados, hemos vibrado en cada momento de esta enorme lucha docente. Y aunque no hayamos podido paralizar de forma indefinida hemos estado en cada cacerolazo, en cada actividad para difundir el petitorio docente, en la calle peleando por nuestros niños a quienes enseñamos día a día pero que sufren la misma penuria que muchos de los estudiantes de este país. Salas que llegan a grado cero, que se llueven; sueldos bajos y agobio laboral. Muchos de nosotros somos parte de los afectados por la deuda histórica, muchos de nosotros, en otro momento de nuestras vidas, estuvimos o estaremos enseñando en la educación pública porque sabemos que conseguir contrato indefinido para un profesor es prácticamente imposible.
En los pasillos de nuestros colegios se comenta a espaldas del director y los sostenedores, que amenazan a viva voz con despidos inmediatos si es que se llega a apoyar la paralización, que estamos con las demandas, que es una injusticia que el Estado no reconozca la mención a las educadoras diferenciales y de párvulos, que a nuestros colegas de los municipales no pueden evaluarlos dos veces aumentando con ello los índices de agobio y estrés laboral.
Somos parte de esta lucha, estamos con nuestros colegas y celebramos cada paso que han dado en pos del fortalecimiento del movimiento docente y la educación pública, celebramos cada paso que hemos dado, juntos, por que más allá del lugar en que nos tocó estar en esta pelea, nuestra historia hacia atrás está cargada de organización: como estudiantes el 2006 y el 2011 o como profesores en la llamada rebelión de las bases.
Somos parte de esta lucha como actores en el presente, pero también como parte de toda una historia de lucha del magisterio. Lucha que hoy encabezan nuestros colegas de regiones y de comunas periféricas abandonadas por el Estado como Pudahuel, Barrancas o Lo Espejo; Valparaíso o Antofagasta que, contra viento y marea, y aun con el llamado a deponer el paro y aceptar la propuesta del gobierno por parte de la directiva del Colegio de profesores, siguen en la lucha buscando la unidad activa con otros sectores como mineros y portuarios. Es que, más allá del paro como método de organización (por que sí, es sólo un método, una de las tantas vías de protesta), la respuesta del gobierno fue mezquina y va en la línea de degradar una vez más nuestra labor, como recalcaron una y otra vez nuestras colegas diferenciales y parvularias.
Pero esta historia y lucha que nos unifica se encuentra cruzada por enormes debates. Hoy un sector del Colegio de Profesores encabezado por Aguilar, busca dividir, debilitar y desmoralizar a aquellos profesores que siguen en pie, que votaron rechazar la propuesta. Han argumentado que quienes no somos parte de los colegios que han estado en paro indefinido no podemos opinar, segregando de nuevo a nuestro movimiento. Y la ministra, más allá, afirma que el 49% que votó por la Opción 1 está de acuerdo con la propuesta. Lo afirma sin vergüenza ante miles que tenemos claro que, aun habiendo votado muchos de nuestros colegas por la primera opción, ese voto no significó un apoyo a la propuesta, sabemos que muchos colegas se bajaron por que la directiva planteó que ya no había fuerzas, que había desgaste.
Contra esta política de la derrota la lucha docente es esperanzadora, abrió las puertas a una amplia unidad que, de concretarse, podría conquistarlo todo: altos niveles de aprobación en el conjunto de la población; anuncio de portuarios y otros sectores del mundo educativo por la realización de un paro nacional transversal por el cumplimiento del petitorio de ser necesario; en Antofagasta la unidad fue concreta con marchas en conjunto con mineros y ahora la huelga de SIL es una nueva oportunidad para fortalecer nuestra pelea.
Hoy se abre un nuevo momento en la movilización, en donde será clave robustecer la organización con apoderados, estudiantes y otros sectores para volver a levantar un gran movimiento por la educación pública para lo cual debemos buscar formas creativas. Así lo vienen haciendo distintos profesores de Lo Espejo al levantar el Festival por la Unidad y la Educación Pública donde estará Tata Barahona y la obra de teatro Sala de Profes.
De forma creativa y conjugando nuestras fuerzas para golpear juntos y en unidad, utilizando estas dos semanas de vacaciones para preparar un paro nacional contra la propuesta del gobierno y por una asamblea nacional con delegados de los colegios en lucha, los que destacaron en el paro, los cuerpos de delegados que se conformaron, las comisiones.
Tenemos una enorme fuerza, podemos triunfar.
María Luisa, profesora de colegio subvencionado y parte de la agrupación de trabajadores de la educación Nuestra Clase |
