"A quienes esperen que vuelva el regalo de planes sociales y jubilaciones sin haber hecho los aportes; a quienes añoran el subsidio injusto; a todos ellos, en la hipótesis -que no quiero que pase por mi cabeza- de que vuelvan a gobernar los mismos, van a tener una gran decepción", disparó el gobernador de Mendoza desde la reunión que realizó Juntos por el Cambio en Parque Norte.
Y más tarde afirmó, "muchos argentinos -la mayoría- quiere un país serio, en el que se pueda progresar de manera individual, por sus méritos, su esfuerzo y su talento", insistiendo otra vez en la meritocracia, una de las ideas iniciales de la coalición Cambiemos, que sostiene que no progresa quien no se lo propone.
El cinismo del gobernador que supo ser el mejor alumno de Macri pareciera no tener límites. Después de cuatro años de mandato, Cornejo deja a un 30% de las y los mendocinos bajo la línea de pobreza, y a siete de cada diez jóvenes trabajando de forma insegura, en negro y sin derechos laborales. Y, según datos de 2018, al menos 240 mil mendocinos, incluido niños, reciben algún tipo de ayuda social.
Las declaraciones del presidente de la UCR fueron cruzadas en las redes sociales por referentes de la Izquierda. Tanto la candidata a gobernadora del FIT, Noelia Barbeito, como la diputada de la misma fuerza política, Macarena Escudero, criticaron al gobernador.
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