Frente al dictamen realizado por la Dirección del Trabajo, que discrimina a administrativos y auxiliares de colegios particulares subvencionados, hablamos con Antonio Páez, dirigente del sindicato Starbucks Coffe Chile, quien se refirió a la situación.

El pasado 11 de Julio se dio a conocer un dictamen emanado desde la Dirección del Trabajo (DT), en el cual se dejaba estipulada una clara discriminación en lo que refiere a los derechos de los trabajadores y trabajadoras de la educación, pertenecientes a los establecimientos particulares subvencionados.

Resulta que de acuerdo al artículo 56 de la ley 21.109 del estatuto para las y los asistentes de la educación pública, en el dictamen 3445/022, los asistentes de la educación (administrativos y auxiliares de aseo) no cumplirían un rol o funciones relacionadas a los procesos de aprendizaje y mejoramiento de la educación, no aplicándoseles el feriado legal ni los derechos adscritos, de acuerdo a los artículos 38, 39 y 40 de dicha normativa.

Sin duda, una situación que es un golpe directo a la organización de las y los trabajadores, a través de una política discriminatoria, que les divide de acuerdo a un tipo de normativa establecida bajo un modelo de educación de mercado, en la que actores fundamentales de la comunidad educativa son despojados de su potencialidad como agentes transformadores de la realidad educacional, presentándolos como meros empleados desligados de la actividad educativa cotidiana.

Es en este contexto que el dirigente de Starbucks Coffe Chile, Antonio Páez se refiere al vergonzoso dictamen emanado desde la DT.

“Este dictamen emanado por el Director del Trabajo, Mauricio Peñaloza, es parte de una sumatoria de ataques que viene propinando vía decreto en sus instituciones, el gobierno de Sebastián Piñera. No reconocer la labor que realizan los administrativos y auxiliares dentro del plano educativo de los colegios particulares subvencionados, como integrantes de la comunidad, es claramente el sello de una educación de mercado, que centra la enseñanza y el aprendizaje,en un producto, un servicio embazado que nada tiene que ver con el rol político y social que debiera jugar en nuestra formación integral”.

Por último, el dirigente señala “Esta maniobra es claramente una triquiñuela que ocupan distintas instituciones para dividir a los trabajadores y trabajadoras, como si hubiesen de primera y segunda categoría. Esto no lo podemos aceptar la clase trabajadora tiene que enfrentar la intransigencia y la displicencia del gobierno que con sus leyes busca destruir y aleccionar a la organización de base. Las y los profesores nos han mostrado un ejemplo de unidad, en el que se han sumado estudiantes, mineros, portuarios y diversos sectores, robusteciendo una lucha que no es tan sólo de gremio docente, sino del conjunto del pueblo trabajador”.