Los últimos días la Ciudad de México ha sufrido lo que sismólogos denominan un "enjambre sísmico", es decir, una serie de movimientos telúricos de baja intensidad por un periodo de tiempo corto.
Lo que llamó la atención de los capitalinos fue la concentración de los epicentros al poniente de la ciudad. Desde el pasado 11 de julio se han registrado, al momento de cerrar este artículo y según el Servicio Sismológico Nacional (SSN), 16 microsismos, de los cuales solamente uno se registró en la Alcaldía de Miguel Hidalgo y el resto en Álvaro Obregón.
Si bien varios se han suscitado en la madrugada, desde este diario reportamos el registro de cuatro temblores en un solo día debido a las reacciones de usuarios en redes sociales. Empero, el pasado 16 de julio, el último microsismo detonó protestas por parte de vecinos de la alcaldía Álvaro Obregón que protestaron contra la ampliación de la Línea 12 del Metro que va desde Mixcoac hasta Observatorio.
Según los vecinos, las obras serían las causantes de los movimientos registrados en el poniente de la capital. Ante esto, la jefa de gobierno en conferencia de prensa con funcionarios de Protección Civil y del SSN afirmó que las obras no tendrían relación con el enjambre sísmico.
La geología del Valle de México es compleja, con tipos de terreno distintos si contemplamos que 20 millones de personas viven en zonas tan dispares como el Pedregal, donde el terreno es de roca volcánica, Santa Fe, donde es una zona más alta por tratarse de elevaciones de la Sierra de las Cruces, el Centro, que es zona lacustre, y Mixcoac, que es de terreno intermedio-arcilloso. En ese sentido, los sismos que puedan suscitarse, incluso si su epicentro es en la "Ciudad de los Palacios", pueden percibirse de forma desigual por los propios capitalinos.
Y es que justamente esta complejidad dificulta saber a qué se debe el enjambre sísmico. Es posible que se trate de fallas tectónicas pequeñas que se estén reacomodando, que haya cambios en el terreno provocados el hundimiento del Valle de México, que sismos en la costa generen sismos locales, pero tampoco podemos descartar que justamente sean las obras del metro las que puedan contribuir a este escenario.
Por lo pronto, queda ver si el enjambre sísmico continuará en los próximos días y si causará afectaciones a la población. Para desgracia de la humanidad, no es posible predecir temblores; de otro modo, muchas vidas se salvarían. |