Debido a la indignación surgida tras el derrame de por lo menos tres mil litros de ácido sulfúrico en el Mar de Cortés, las críticas a la minera Grupo México no se han hecho esperar, y diversos sectores de la población han exigido que se le retire las concesiones a la empresa.
Sin embargo a poco más de una semana, aún no hay un deslinde de responsabilidades por parte de las autoridades ambientales, ni la certeza de que el derrame no cause una mayor catástrofe ecológica en el ecosistema de la región.
Esta mañana, al ser cuestionado sobre el tema, el presidente Andrés Manuel López Obrador, mencionó que escuchará y dialogará con la empresa antes de tomar una medida drástica, pero subrayó que “no hay privilegios para nadie”.
“No vamos a actuar de manera arbitraria vamos a dialogar, a convencer a persuadir antes de tomar decisiones más drásticas pues se tienen que cuidar las fuentes de trabajo", expresó durante su conferencia mañanera este viernes.
Recalcó también su compromiso con el sector industrial, pues según López Obrador, es la principal fuente de empleos en el país, por lo que no debe ser afectado. |