Por medio de una nueva cadena nacional la presidenta Cristina Kirchner anunció el lanzamiento de una moderna pick-up de Renault-Nissan, la cual se construirá en la fábrica de Santa Isabel, Córdoba. El plan de inversión, que la empresa anticipó a través del titular Thierry Koskas a la propia Cristina y a la Ministra de Industria Débora Giorgi, es de 600 millones de dólares y promete crear mil puestos de trabajo nuevos.
Lo que no dijo Cristina son las condiciones de trabajo suscritas por la empresa y avaladas por SMATA en un convenio firmado el 9 de febrero para que se elija a Córdoba como plaza de inversión. Estas condiciones garantizadas por el SMATA que dirige Omar Dragún fueron dadas a conocer por La Izquierda Diario a principios de marzo, cuando el proyecto era presentado a la presidenta por la patronal de Renault. La firma de Dragún, estampada al pie de las actas que rubrican ese acuerdo, se puede ver en las fotos que acompañan esta nota.
En el convenio figura que quienes ingresen a trabajar, serán contratados hasta que la empresa se digne a efectivizarlos, ingresarán por tandas y sin categoría, por lo que cobrarán un salario 30% inferior al actual durante dos años y podrán ser reubicados en cualquier puesto de trabajo.
No hay euforia entre los obreros de Santa Isabel. Vienen de ver que, desde fines del 2013, se perdieron cerca de 800 puestos de trabajo mediante despidos hormiga, jubilaciones anticipadas y la no renovación de contratos. Hace días escucharon por parte de la presidenta que eran "oligarcas" y "privilegiados" por sufrir los descuentos por el Impuesto a las Ganancias.
¿Recordará algún kirchnerista que los obreros de Renault supieron sublevarse por que les paguen al 100% la jornada de los sábados, el famoso sábado ingles? ¿Recordaran que esto tuvo algo que ver con un tal Cordobazo? ¿Y que, cuentan las malas lenguas, estos obreros, "los mejor pagos del país", hirieron de muerte al régimen de Onganía?
¿Será por esto que en el nuevo convenio, mas allá de las "innovaciones" menemistas conocidas y sufridas por generaciones, hoy va mas allá y directamente prohíbe realizar cualquier medida de acción directa, como parar las máquinas o las líneas de producción, hasta tanto el Ministerio de Trabajo no se pronuncie?
Como se ve, no hay euforia ni puede haberla en Santa Isabel entre los de a pie. No hay "ampliación de derechos" ni "nunca menos". Hay noventismo puro y duro con impuesto al salario y todo. Un convenio como éste es el que se negó a firmar, el año pasado, la Comisión Interna de la multinacional Lear, lo que desembocó en el "conflicto más importante del año" según los propios empresarios.
El gobierno aportó a Berni, al Gendarme “Carancho”, a Pignanelli y las patotas del SMATA para imponer ese convenio. Inversión, despotismo patronal y control policíaco del sindicato. Un cóctel que puede ser explosivo y "peligroso", no apto para el kirchnerista de a pie. Debe ser como dicen por ahí que…"el miedo no es zonzo".
Los tan promocionados nuevos mil puestos de trabajo que la patronal de Renault creará implicarán mayores condiciones de explotación para los trabajadores, mayores ritmos de trabajo y menos derechos sindicales. Esta parece ser la nueva versión del “Nunca Menos”. |