Un movimiento docente que se nutrió, entre otros factores, por el movimiento de mujeres que ha remecido Chile y el mundo los últimos años y, como consecuencia, elevó como una de sus principales demandas el reconocimiento de la mención de parvularias y diferenciales en un gremio altamente feminizado, llegando a cifras de aproximadamente un 70% de mujeres.
Fueron las profesoras organizadas junto a sus colegas las que se propusieron enfrentar a un gobierno intransigente y a una Ministra que, aun siendo mujer, fue reconocida por su displicencia ante demandas tan sentidas como el fin a la brecha salarial entre hombres y mujeres por el mismo trabajo, significado profundo de la demanda por el reconocimiento de la mención a educadoras de párvulo y diferenciales.
Es que ellas, ministras, empresarias, no son nuestras hermanas y nada tienen que ver con nosotras. Por eso la lucha de las profesoras muestra el camino, en unidad con nuestros compañeros y en las calles.
Luego de la enorme movilización del día internacional de las mujeres, los grandes empresarios, los medios de comunicación, el gobierno y los políticos patronales se dedicaron a impulsar una línea de cooptación a nuestro movimiento, centrando todo en la posibilidad de que seamos gerentas, jefas, “mujeres exitosas” según los cánones de la sociedad capitalista; hablándonos de igualdad y "tiempos mejores" mientras se mantienen brutales condiciones de desigualdad, desempleo y sueldos miserables, principalmente, hacia las mujeres. No quieren un movimiento de mujeres de lucha, en las calles, junto a los trabajadores y la juventud, como quedó planteado tras la lucha docente.
Y al mismo tiempo, quienes dirigen las principales organizaciones estudiantiles y sindicales, y hoy tienen vocerías en nuestro movimiento, el Frente Amplio, el mismo que el año pasado limitó nuestra demanda por el aborto legal para pelear por la insuficiente despenalización en unidad con la derecha liberal de Evópoli, este año tuvieron una política de dividir las luchas, como lo hizo Emilia Shcneider a la cabeza de la FECh, quien llegó a la presidencia diciendo que sería una FECh feminista, pero miró desde la galería la pelea de las profesoras.
En ese escenario, desde Pan y Rosas Teresa Flores, Vencer y Nuestra Clase apostamos por un movimiento de mujeres que vuelva a las calles, que retome sus fuerzas y se ligue a otros sectores.
Por eso este 25 de julio decimos: ¡Retomemos la pelea por el derecho al aborto legal, libre, seguro y gratuito! Proponemos un camino diferente al que plantea el Frente Amplio, de que las mujeres tenemos que contentarnos con un par de concesiones mínimas, mientras por arriba pactan con partidos de la ex Nueva Mayoría, votando incluso por Iván Flores, militante de la DC y reconocido anti derechos de las mujeres, como presidente de la Cámara de Diputados.
Queremos un movimiento de mujeres que pelee por conquistar nuestras demandas como el derecho al aborto legal, como una educación sexual integral en el marco de la crisis de la educación de mercado, la salida de la Iglesia de todas las escuelas y su separación efectiva del Estado; pero también, que apueste por ligarse y aliarse a los demás sectores que se vienen movilizando para enfrentar a quienes se niegan a nuestros derechos y desprecian la educación pública: la derecha, los empresarios y las iglesias.
¡La lucha de les profesores es la lucha de las mujeres! Que el 25J sea una fecha para avanzar en esa unidad necesaria, para conquistarla en las calles, y para exigirle a las grandes centrales sindicales como la CUT, organismos como el Colegio de Profesores, la CONFECH, la Coordinadora No + AFP, la Coordinadora Feministas en Lucha, la Coordinadora 8 de marzo, que convoquen a un gran paro nacional de todos los sectores para que ganen les profesores, para conquistar el derecho al aborto legal, y para que mujeres, trabajadores, profesores y estudiantes, derrotemos las reformas de la derecha en las calles.
¡Este 25 de julio nos vemos en las calles de las principales ciudades del país! ¡Marcha junto a Pan y Rosas! |
