Marcos Paz es una ciudad de aproximadamente 70.000 habitantes, ubicada a 48 kilómetros al oeste de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En la llamada “Ciudad del árbol”, a 40 cuadras del casco céntrico, se encuentra el incinerador de residuos peligrosos, contra el cual los vecinos y vecinas de la ciudad vienen dando una gran pelea, desde su instalación clandestina en 1994.
En 1995, durante la intendencia de Enrique Salzmann, con autorización municipal se construyó una supuesta fábrica de pinturas, que era en realidad una planta de mayor tamaño para el funcionamiento del incinerador. Dos años después vecinos y vecinas impidieron con su movilización la instalación de un nuevo basurero con residuos tóxicos.
La planta de incineración de residuos peligrosos Marcos Martini siguió funcionando. En 2003 asumió la intendencia Ricardo Curutchet, quien se había comprometido a poner en agenda la problemática, lo cual no ocurrió y la empresa continúa contaminando la ciudad.
La organización de la gente logró la aprobación de una ordenanza que evitó la instalación de nuevos incineradores, no así el cese de actividades de la planta ya instalada.
El exgobernador Daniel Scioli, junto con el municipio, prometió en 2010 el cierre del incinerador. Pero al año siguiente se firmó la relocalización. Es decir que continuaría funcionando normalmente, seguiría intoxicando, sólo que en otra ubicación.
La empresa Marcos Martini pasó a ser Stericycle en 2013, continuando de igual manera con la incineración.
Actualmente, el gobierno provincial en manos de María Eugenia Vidal, sigue sin dar respuesta ni importancia al cuidado ambiental y a la salud de los habitantes.
Los incineradores generan contaminantes tóxicos como dioxinas y furanos, además de metales pesados, gases de efecto invernadero, gases ácidos y partículas ultrafinas.
Muchas de estas sustancias son totalmente tóxicas incluso en bajas concentraciones y permanecen en el ambiente por mucho tiempo, sin degradarse.
Son causantes de graves problemas de salud, como malformaciones congénitas, alteraciones en el sistema inmunológico y hormonal, problemas pulmonares o renales, retraso en el desarrollo, y cáncer.
Además, las partículas ultrafinas que emiten los incineradores por su pequeño tamaño no llegan a ser detectadas por equipos de control de contaminación, así como tampoco el cuerpo puede filtrarlos, por lo que ingresan fácilmente al organismo. Son la causa de problemas cardíacos y respiratorios y generan gravísimos daños ambientales y sanitarios.
Desde hace 25 años vecinos y vecinas vienen dando una incasable pelea contra el incinerador que emite contaminantes, tóxicos, que afectan el ambiente y causan enfermedades y afecciones a la salud.
En el marco de esta pelea este jueves 25 vecinos y vecinas convocan a una concentración frente al edificio municipal, con actividades y radio abierta para hacer oír nuestro reclamo.
Para ningún gobierno fue ni es prioridad la salud de les habitantes, hay que invertir las prioridades.
La vida de las y los vecinos de Marcos Paz está primero. ¡Cierre definitivo del incinerador ya! | 
