Si hay algo para destacar de este nuevo período de conflicto en Molinos Minetti, es la solidaridad entre trabajadores y la unión entre los compañeros. Hemos conocido otras organizaciones y otros gremios que se acercaron con alimentos y aportes al fundamental fondo de lucha.
Una sutil diferencia con el conflicto de 2015 es la mayor conciencia que tenemos sobre la importancia que posee nuestra lucha en Córdoba. Dicho esto por delegados y trabajadores de otros gremios ajenos a UOMA (Unión Obrera Molinera Argentina) y por las muestras de afecto que recibimos de los vecinos del molino y gente de paso.
La unión entre los mismos compañeros de Minetti se ha ido consolidando a lo largo del conflicto. La madurez manifestada es fruto del tiempo que pasamos juntos, hay más compañerismo y, si bien no hubo planes previos, el foco está puesto en el bien común. Las individualidades quedaron en el camino.
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Sabemos que este conflicto no terminó en diciembre de 2015, ni terminará cuando levantemos la toma. Esta empresa acostumbrada a maltratar a sus empleados, ya sea en Tucumán o aquí en Córdoba, nunca se queda de brazos cruzados, por lo tanto nosotros no debemos bajar los nuestros.
Como sospechamos desde hace tiempo Minetti especula en el campo financiero, se ha enriquecido con los vaivenes del dólar y nos ha pagado con los intereses ganados en la bicicleta.
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Esto nos lleva también a organizar otro encuentro de trabajadores, haciendo un llamado más amplio para que se unan nuestras familias. Cuando los trabajadores se juntan salen buenas ideas y los empresarios tiemblan.
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