En lo que respecta al Colegio de Ciencias y Humanidades plantel Naucalpan, a partir del 3 de septiembre -en donde se abrió un gran proceso dentro de la Universidad para exigir la democratización de la misma, así como el desmantelamiento de los grupos porriles-, estudiantes organizados recuperaron un espacio (Salón W95) para retomar parte de la tradición del movimiento estudiantil, donde después las autoridades cedieron el salón J36.
Las autoridades han atacado a los estudiantes organizados. El pasado 10 de octubre intentaron boicotear mediante la fuerza la toma del plantel en el marco de los paros votados en asamblea.
El 26 de febrero estudiantes vinculados al Programa de Becas y a las autoridades del plantel pasaron de salón en salón a “invitar” a una consulta para definir el futuro del Espacio Estudiantil Multicultural (Edificio J Salón 36), que se realizó el 27 de febrero.
Así mismo, durante el periodo vacacional, las autoridades han desmantelado este espacio. A pesar de que el Espacio Estudiantil Multicultural ha tenido actividades y resguardaba materiales para actividades políticas, lo que implica un golpe para el movimiento estudiantil.
Es inaceptable que después de la gran gesta que dimos el semestre pasado a partir de los ataques porriles el 3 de septiembre en Rectoría, la respuesta de las autoridades de CCH-N sigan con la misma actitud intimidatoria y provocadora contra los estudiantes organizados.
Cabe señalar que la represión por parte de las autoridades a sectores organizados de la comunidad estudiantil no es nueva. Recordemos que el pasado 10 de octubre de 2018, los estudiantes fueron reprimidos por parte de administrativos, profesores y porros identificados por la comunidad frente a la toma del Salón J36.
¿Qué hacer con los espacios estudiantiles?
Los estudiantes organizados del Colegio de Ciencias y Humanidades Plantel Naucalpan vemos la necesidad de que la administración de los "cubos" estudiantiles sean discutidos en espacios amplios y democráticos como lo son las asambleas de base con toda la comunidad (estudiantes, trabajadores y académicos). De esta manera se permite la más amplia participación y apertura de estos espacios.
Consideramos que votaciones como las que está organizando la administración del CCH Naucalpan, a través de los estudiantes vinculados a las autoridades, vetan toda posibilidad de discusión democrática sobre el uso de espacios en la Universidad.
Es necesario que la comunidad se integre en la toma de decisiones y la administración para poder hacer uso incluyente de estos espacios.
Hacemos un llamado a nutrir de actividades y discutir cómo ampliar el uso de espacios de manera democrática.
El ataque no es sólo en Naucalpan
Así mismo otros sectores organizados denuncian que las autoridades desmantelaron espacios estudiantiles en los planteles de CCH Sur, Vallejo y Azcapotzalco.
Esto se enmarca en el Decálogo de seguridad, el cual consiste en imponer mayores medidas de "seguridad" cómo colocación de cámaras y credencialización, lo cual implica la criminalización de la juventud y el hostigamiento a sectores organizados.
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