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La Izquierda Diario
11 de agosto de 2019 Twitter Faceboock

POR LAS REVISTAS: LOUIS PROYECT
Lars Lih versus Eric Blanc

A los fines de acercar en castellano a los lectores de Ideas de Izquierda Semanario el conjunto de los artículos del debate presentado en este dossier, sin por ello coincidir con su contenido, publicamos a continuación una traducción del artículo de Louis Proyect donde debate con Lars Lih y Eric Blanc.

Link: https://www.laizquierdadiario.com/Lars-Lih-versus-Eric-Blanc

En lo que consiste prácticamente un auto-plagio, Lars Lih ha escrito lo que parece ser su décimo artículo elevando la reputación de Karl Kautsky, algo no visto desde los años ‘20, cuando fue permanentemente dañada por su ideología contraria a la Revolución rusa. Jacobin, el lugar de referencia para los neo-kaustkyanos, publicó “Kark Kaustky como el arquitecto de la Revolución” de Lih, a modo de corrección al intento de su acólito, Eric Blanc, de consignar las revoluciones de tipo bolchevique al basurero de la historia. Irónicamente, Lih analiza Octubre del 1917 como una reivindicación de los escritos de Kaustky mientras que su discípulo, Blanc, los analiza como un desinfectante contra el olvidado leninismo que tozudamente se rehúsa aceptar a Bernie Sanders como el más grande revolucionario desde Eugene V. Debs.

En esencia, Kautsky sirve como un Test de Rorschach para los dos autores de Jacobin. Lih ve una imagen que recuerda a Lenin, mientras que Blanc lo que ve es un anti-Lenin. Por supuesto, antes que Blanc se hiciera tan fanático de las políticas del Partido Demócrata, su posición pudo haber estado más cerca de la de Lih, pero por qué esperar que fuera consistente. Después de todo la consistencia es el duende de los tontos [1].

Mientras que el mismo Lih nunca ha dicho una palabra sobre la política después de 1920, implícitamente se opone al intento de Blanc de reemplazar a Lenin con Kaustky como el supremo dirigente de la revolución que el DSA [Democratic Socialists of America] conducirá en un glorioso futuro.

Muy pocos militantes del DSA siquiera han leído alguna vez a Karl Kautsky, solo Eric Blanc, pero entre los mandarines del DSA/Jacobin, Kautsky juega el tipo de rol que Trotsky jugó para la secta a la que pertenecí entre los ‘60 y ‘70. Si necesitas una excusa para registrarte como demócrata y entregar panfletos de campaña de Bernie Sanders; nada supera a citar a Kautsky que por lo menos nunca construyó gulags o prohibió el aborto.

El artículo de Blanc en Jacobin, “Por qué Kautsky estaba en lo correcto (y por qué nos debería interesar)” implícitamente apoya la condena de Kautsky de 1918 a la toma del poder por parte de los bolcheviques en la “Dictadura del Proletariado”:

Siguiendo los argumentos de Lenin en su panfleto de 1917 El Estado y la revolución, los leninistas por décadas han girado su estrategia en torno a la necesidad de una insurrección para derrocar a todo el Estado parlamentario y poner todo el poder en las manos de los Consejos de Trabajadores. En contraste, Kautsky, argumentaba que el camino de la ruptura anticapitalista en condiciones de democracia política, era a través del voto a un partido obrero para el parlamento.

El lector notará qué tan similar es esto con lo que Kautsky escribió a principios de la década de 1930, que formó parte de un libro titulado Socialdemocracia versus comunismo, mucho después de que su postura antibolchevique se hubiera cristalizado en algo parecido a un artículo escrito por Irving Howe, publicado en la revista Dissent:

Hay gente que cree que incluso bajo un orden democrático el movimiento obrero tendría que utilizar los métodos de la “revolución”, la insurrección, la huelga general porque, en su opinión, estos métodos los guiarán al socialismo más rápido que las elecciones y que en el análisis final, los oponentes del socialismo en los Estados democráticos cederán únicamente ante la insurrección y la huelga general.
En el rechazo a la democracia, incluso llegan tan lejos como creer que una minoría socialista podría lograr el poder por la fuerza en un Estado democrático. Y, finalmente, aseguran que los socialistas no pueden obtener una mayoría electoral incluso en países donde la clase obrera representa la gran mayoría siempre y cuando los oponentes del socialismo mantengan el control sobre la economía y los instrumentos intelectuales del poder.

Qué extraño que un joven radical como Eric Blanc pueda mutar ideológicamente hacia un Kautsky de los ‘30, probablemente sin siquiera darse cuenta de ello. Uno esperaría que no se vaya aún más a la derecha. En los últimos 50 años he visto muchos izquierdistas perder su fibra revolucionaria, un riesgo ocupacional de vivir en el Estado reaccionario más brutal de la historia del mundo.

La palabra insurrección aparece repetidamente a través de todo el artículo de Blanc, una palabra sucia que pinta de cuerpo entero a esos trostkistas neardentales que están tan por fuera de la realidad como el epónimo héroe de “Morgan: a Suitable Case for Treatment”, un fallido artista que pasa la mayor parte de sus días fantaseando ser el líder del Ejército Rojo o bien un gorila corriendo a través del bosque.

La cuestión sobre Octubre del ‘17 como una “insurrección” no encaja en el esquema de Lih, según el cual las tácticas revolucionarias de Kautsky guiaron las acciones de Lenin y todos los bolcheviques hacia la toma del poder en una revolución socialista de masas basada en la democracia soviética. Él ha sostenido este argumento demasiadas veces en el pasado y lo repite una vez más:

La hegemonía bolchevique no fue el único consejo táctico de Kautsky que se probó crucial en 1917. En 1909 Kautsky publicó un pequeño libro titulado El Camino al Poder. Los bolcheviques reaccionaron con el entusiasmo típico. Con una reseña positiva, el colaborador cercano de Lenin, Grigorii Zinoviev, resaltó de la amplia gama de temas del libro tanto como su significancia, como un arma de los “ortodoxos” contra los “revisionistas” o, en Rusia, de los bolcheviques contra con los mencheviques.

Obviamente, esto no tiene en consideración las “Tesis de Abril” de Lenin, cuando rompe con el “etapismo” de la Segunda Internacional, encontrado no solo en los escritos de Kautsky sino también en los de Lenin antes de 1917.

Como he remarcado numerosas veces, Lih no considera las “Tesis de Abril” como una negación de los escritos tempranos de Lenin que pugnaban por una revolución burguesa, sino como otro ejemplo de la profunda influencia de Kautsky en los bolcheviques. Que Lenin se quejara de la filtración del “kautskysmo” en los artículos del Pravda el 12 de abril de 1917, de alguna manera escapó a la atención de Lih. ¿Qué pudo haber incitado a Lenin a tomar esta cuestión en una carta dirigida a J.S Hanecki y Karl Radek? Alexander Rabinowitch, uno de los más autorizados historiadores de la Revolución rusa, completa los detalles:

A partir de la edición del 14 de marzo, el órgano central bolchevique giró bruscamente hacia la derecha. De ahí en adelante, los artículos de Kamenev y Stalin abogaban por un apoyo limitado al Gobierno Provisional, el rechazo de la consigna "Abajo la guerra" y el fin de las actividades desorganizadoras en el frente. "Si bien no hay paz", escribió Kamenev en Pravda el 15 de marzo, "el pueblo debe permanecer firme en sus puestos, respondiendo bala con bala y proyectil con proyectil". "La consigna, ’Abajo la guerra’ es inútil”, repitió Stalin al día siguiente.

Si Lih cometió un error al otorgarle una autoridad a Kautsky que no merecía, al menos entendió que la palabra "insurrección" estaba fuera de lugar cuando se trataba del bolchevismo:

En su artículo en Jacobin, Eric Blanc declara lo siguiente: “siguiendo los argumentos de Lenin en El Estado y la revolución de 1917, los leninistas por décadas han articulado su estrategia sobre la necesidad de una insurrección para derrocar a todo el Estado parlamentario y poner todo el poder en manos de los consejos de trabajadores”. Esta observación reúne no uno, sino dos conceptos erróneos profundamente arraigados sobre 1917: primero, que un enfrentamiento entre dos tipos de democracia –parlamentaria versus soviética– como se encuentra en las páginas de El Estado y la revolución, tuvieron algo que ver con la victoria de Octubre o las políticas del año revolucionario (El Estado y la revolución fue escrito en 1917 pero publicado en 1918 y es irrelevante a los eventos del año previo). Segundo, que los bolcheviques tomaron el poder por medio de una “insurrección”, “levantamiento armado” o lo que fuere.

Entonces, parece que el maestro y el discípulo se separaron. Sospecho que a Lih no le interesaba disociarse de la política del Partido Demócrata de Eric Blanc, sino solo evitar los intentos de abrir una brecha entre Kautsky y Lenin. Por lo que sé, el hecho de que Lih haya trabajado en la oficina de Ron Dellums durante 6 años podría haber indicado que podría ser tan flexible como Blanc. En una entrevista realizada por Dario Cankovic en el desaparecido sitio web North Star, Lih apenas parecía predispuesto al tipo de militancia que se encontraba en la década de 1970: "Mi propia orientación política, bueno, no paso mucho tiempo pensando en ello, porque estoy demasiado ocupado pensando en principios del siglo XX, ya sabes, así que caracterizo mis puntos de vista como vagamente de izquierda. Lo cual creo que está bien, porque eso significa que automáticamente no soy partidista y creo que eso es bueno para todos”.

¿Vagamente de izquierda? Estoy muy de acuerdo. De hecho, lo único en lo que comienza a sonar convencido es cuando quiere minimizar el papel de León Trotsky en la Revolución rusa.

Fuente: este artículo fue tomado de https://louisproyect.org/2019/07/01/lars-lih-versus-eric-blanc/
Traducción: Matthias Flammenman

 
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