Como en todos los inviernos, las salas de espera de CESFAM, SAPU o Urgencia hospitalaria se ven colapsadas y evidenciando escenas indignas como las hospitalizaciones en pasillos o más crudamente, la muerte, el recién pasado jueves, de un adulto mayor de 70 años en el H. Regional de Antofagasta luego de 3 horas de espera.
Por otra parte, la tensión de un ambiente laboral de estas magnitudes genera un constante roce entre quienes menos tienen la culpa de todo esto: un paciente y una médico del Hospital Barros Luco se fueron detenidos por una presunta riña en uno de los servicios del emblemático recinto hospitalario.
De dónde proviene tanto caos y crisis, no es simplemente que el o la usuaria vayan en masa a una urgencia o que profesionales y técnicos de la salud vivan con una mala disposición a servir a los enfermos: existe una escasa oferta de insumos, infraestructura y personal de salud que logre atender de forma oportuna la enorme demanda que exige el 80% de la población, las y los usuarios de FONASA.
En cifras recientes analizadas por el economista de la Fundación CreandoSalud, Matías Goyanechea, se evidenció que el gobierno de Piñera a recortado en 1.470 millones de pesos lo originalmente presupuestado para "bienes y servicios de consumo", es decir, los insumos que se requieren para la atención de las y los enfermos.
Por otra parte ya van en 60 mil millones el aumento de lo presupuestado que va a los bolsillos de prestadores privados, Clínicas e Isapres, por la compra de servicios que no logra cubrir la red del Ministerio de Salud. Y para ponerle la guinda a la torta del festín capitalista que es para ellos la crisis de salud: el monto acumulado por pago de deuda alcanza los $ 383 mil millones, el cual ha aumentado en un 36.4% de lo originalmente aprobado ($ 254.000 millones).
¿Qué se viene en materia de reformas al financiamiento de la salud para FONASA?
Actualmente tanto CESFAMs, Hospitales y sus usuarios no tenemos mucho que esperar en tanto mejoras de la infraestructura o mejoramiento de la oferta de personal ni menos insumos en lso recintos públicos. La propuesta de Mañalich se reduce a mejorar el subsidio que entrega el Estado a las atenciones de salud en el sector privado: en 6 años serían 175.800 millones destinados a resolver problemas No Auge (cirugías y tratamientos), pero bajo la modalidad libre elección, es decir con los famosos "bonos" pagados principalmente a Clínicas.
La alternativa no está ni en la Derecha ni en la ex Nueva Mayoría
Podemos así hilvanar una cadena de causas y consecuencias económicas y políticas para entender por qué en urgencias, salas de hospitales o SAPUs, reina la tensión de los enfermos o de funcionarios al borde del colapso individual ante el colapso de un sistema de salud de conjunto. Donde las políticas de ajuste económico al sector público y en beneficio de los privados nos dejan a usuarios y funcionarios enfrentados a los más hostiles climas laborales y de atención de salud.
Tampoco las grandes sindicales de la salud pública como la CONFUSAM o las distintas FENATS o FENPRUSS han sido contundentes a la hora de frenar esta hemorragia del sistema, tampoco han sido lo suficientemente enérgicos, convocando a movilizaciones o planes de lucha, ni el Partido Comunista ni el Frente Amplio cuyas tribuna parlamentaria e influencia política se vuelven un pantano testimonial a la hora de revertir una situación que significó 26 mil personas fallecidas en Lista de Espera durante el 2018.
Las y los trabajadores de la salud del Partido de Trabajadores Revolucionarios nos proponemos conquistar con organización, de sindicatos o agrupaciones, un sistema de único de salud que dé garantía y oportunidad de la atención sin discriminar por poder adquisitivo.
Junto a esto nos proponemos emprender la lucha política y en las calles por la supresión de cualquier indicio de los privados, la competencia y el mercado en las decisiones de salud, con el paso de las clínicas y laboratorios privados, al Estado, pero donde la gestión y administración de los recursos sean en base a la decisión democrática de técnicos, administrativos, profesionales y auxiliares de la salud. Finalmente, promoviendo el desarrollo de la ciencia y tecnología médica nacional al servicio de las mayorías: la clase trabajadora del país. |