Lo hacen luego de festejar la medida de Trump del bloqueo económico y que la Casa Blanca haya puesto bajo su tutela los activos más importantes del país como Citgo, y al mismo tiempo que el Departamento del Tesoro ha autorizado que cualquier empresa o acreedor haga negocios con el “gobierno de Guaidó” y/o cualquier equipo nombrado por él.
Así tenemos que, para poder garantizar los pagos de la deuda, de acuerdo al propio Guaidó, la Asamblea conformará una comisión para “el estudio de la deuda”, y claro, para que no suene tan mal, siempre le agregan “y por supuesto, protección de nuestros activos”.
Entre los nombrados para dicha “comisión” estarían nada menos que Ricardo Villasmil, Alejandro Grisanti, Ricardo Hausmann, Omar Barboza, Andrés Camejo, Carlos Paparoni, además del abogado José Ignacio Hernández. Sí, leyó bien, este último envuelto en el escándalo de haber asesorado a la transnacional Crystallex de cómo hacerse de acciones de Citgo para cobrarse deuda. Los demás no necesitan presentación, basta mencionar a Hausmann, uno de los “thinks thanks” neoliberales del país, el proponente de un plan de “rescate” de la mano del FMI, admirador de Mauricio Macri.
No por casualidad, las recomendaciones de todo este grupo, y demás asesores de Guaidó, se emparentan con todas las medidas llevadas a cabo por Macri en Argentina, que terminó llevando al país a una gran recesión, entrega al FMI y fuertes devaluaciones de la moneda local empobreciendo a gruesos sectores de la población. Y no por acaso viene de sufrir una aplastante derrota electoral en las elecciones primarias de este domingo.
Pero a la par del anuncio de esta “comisión” también trascendió que la oposición de derecha nombrará a Carlos Jorda como su próximo director ejecutivo de Citgo. “Estamos en busca de un CEO para Citgo” afirmó Guaidó, y para ello “hemos entrevistado a Carlos Jorda. ... Jorda apoyará y ayudará a este (esfuerzo para) salvaguardar (activos) ". Es de considerar que Jorda ya fue presidente de Citgo entre 1999 y 2002, y desde 2006 es director de Delek US Holding, una refinería de petróleo con sede en Tennessee, y asesor de la consultora Gaffney, Cline & Associates.
Delek US Holding es la filial en Estados Unidos de Delek Israel, la primera compañía de distribución de combustibles en esos territorios y proveedor del Ejército y fuerzas de seguridad israelíes. Como vemos, Guaidó pone en “buenas manos” a Citgo, con personajes involucrados en negocios de empresas vinculadas a ejércitos de ocupación y sometimientos de pueblos, en este caso el pueblo palestino. ¿Será por esto que, de acuerdo a allegados a Guaidó, estaban buscando un "líder que pueda navegar mejor el complejo panorama geopolítico y financiero”?
El próximo CEO de Citgo asumirá el control de un negocio rentable con casi $ 30 mil millones en ingresos el año pasado, según las revelaciones de la compañía de acuerdo a un informe de Reuters. Citgo es el octavo mayor refinador de EE. UU. Por capacidad y mercados a través de una red de 5,300 puntos de venta minorista. De allí es donde saldrá buena parte de la plata para pagar deuda. Ingresos que jamás verá el sufrido pueblo trabajador venezolano en medio de una catástrofe que se arrastra por años, siendo que Citgo pertenece al Estado venezolano. Dinero que sí verán los acreedores internacionales, y todos aquellos que hacen negocios con Citgo o están al frente de la empresa.
Es por eso que la designación de este CEO para Citgo se complementa con la comisión nombrada por Guaidó, que viene a “defender” a Venezuela, la cual sería refrendada en una próxima reunión de la Asamblea Nacional. Pero ya este dicho “equipo”, sin ser oficializado aún, hace unas semanas estableció contactos con tenedores del bono PDVSA 2020, que tiene como garantía la mitad de Citgo.
Volviendo a la cuestión de la “comisión” y según la propuesta de acuerdo elaborado en la Asamblea Nacional, la instancia realizará “las actuaciones necesarias para diseñar y preparar la renegociación de la deuda pública, incluyendo la propuesta para el refinanciamiento o reestructuración de las obligaciones”. Es decir, buscar los mecanismos para que el país pueda seguir pagando una fraudulenta deuda externa. Todo esto en medio de la catástrofe económica del país. Al final de cuentas, se trata de cómo se les garantiza los pagos a los buitres internacionales mientras el pueblo sigue padeciendo la mayor de las calamidades.
Y es que se vienen fuertes pagos. En octubre, de acuerdo a muchos medios, PDVSA debe pagar unos 900 millones de dólares a los tenedores de bonos y, si hay un incumplimiento, los bonistas están al acecho para hacerse de parte de Citgo. Estos son los argumentos para pagar.
De acuerdo a informaciones extraoficiales, el gobierno de Maduro ha incumplido la mayoría de aproximadamente $ 60 mil millones en bonos extranjeros emitidos por Venezuela y PDVSA. Pero no porque no quiera pagar, sino porque tiene tan quebrado el país, y vendido buena parte de las joyas de la abuela que ya no tiene cómo pagar, así como no puede refinanciar ni reestructurar la deuda por las sanciones de Trump.
Pero Guaidó sí tendrá la vía libre para hacerlo. Es decir, el imperialismo a uno le impide pagar la deuda (Maduro), pero al otro se lo permite (Guaidó). A los buitres les importa un comino por qué vías se garantizan los pagos. Si se los hace Maduro o los realiza Guaidó. Lo central es que les paguen.
Como ya es de conocimiento público, Citgo, está en “riesgo” de embargo no solo por tenedores del título que vence en el 2020, sino también por otras firmas que buscan compensaciones por deudas que Venezuela tiene pendientes de pago, todo por la política de Maduro justamente de empeñar activos del Estado para garantizar pagos de deuda externa. Recién vimos el caso de Crystallex buscando cobrarse de deuda de Citgo con la asesoría de unos de los integrantes de la susodicha comisión de Guaidó, como ya nos referimos.
Tanto Trump, acreedores y empresarios del petróleo, están contentos con estas movidas de Guaidó, pues éstas sí tienen factibilidad de ejecución, y no son simples nombramientos en el aire, ya que tienen el respaldo y orientación del gobierno de la Casa Blanca.
Como vemos, Guaidó no es aún gobierno, pero de la mano y bajo protección de Estados Unidos ya toma medidas completamente antinacionales y entreguistas –avalando y apoyando que Trump se apodere de activos del Estado venezolano- y también garantiza que los acreedores internacionales se cobren una fraudulenta deuda externa. Y todo esto, con el completo descaro de hablar de “ayuda humanitaria”, cuando ni por equivocación se le pasa por la cabeza que esa gran parte de ganancias de Citgo sean dirigidas al pueblo venezolano que sufre la catástrofe imperante. |