La reunión realizada en la Intendencia de Santiago y que sentó en conjunto al alcalde Alessandri, la intendenta Rubilar, la ministra de educación Cubillos y a Chadwick, primo del presidente, tenía por objetivo discutir qué hacer con el Instituto Nacional, considerando la propuesta del alcalde de cerrar el año académico
Mientras tanto, en las afueras de la Intendencia se realizaba una manifestación rodeada por policías de Fuerzas Especiales y carros blindados. Allí, desde La Izquierda Diario conversamos con apoderados y apoderadas del Instituto Nacional. Alonso López nos comentó al respecto que ““Alessandri amenazó con cerrar el año académico, y de ocurrir eso quedaría un 60% del colegio repitiendo”, para luego denunciar que “despidieron a todos los profesores históricos del colegio. Desde que llegó este caballero [Alessandri] ya ha puesto reemplazos recién egresados (...) El Instituto es la insignia de la educación pública y ésta gente parece que está obsesionada con destruir la educación pública, o sea, ¿cómo empiezas destruyendo la educación pública? atacas a su insignia”.
Finalmente, de la reunión se concluyó que no se adelantaría el cierre del año académico, pero que se avanzaría en temas de inteligencia, en potenciar aula segura para “sacar las manzanas podridas”, en palabras de Alessandri. Así mismo dijeron que no retrocederían en pedir el Carnet de Identidad para ingresar al establecimiento.
Sara Valdés, apoderada del IN presente en la movilización, en relación a Aula Segura, expresó: “no podemos seguir aguantando ésto nosotros como padres, el Aula Segura es una forma de represión, no es una forma de decir ‘vamos a aplicar esto para mejorar las cosas’ porque es solo represión” y que “el Instituto está abandonado hace mucho tiempo, Alessandri miente cuando dice que ha inyectado 300 millones… ¿dónde? Los baños siguen igual que cuando comencé a ser apoderada hace 4 años, entonces la plata se está desviando, pero no a la educación”.
Emily Mancilla, apoderada de tres estudiantes del Instituto Nacional, que denuncia que su hijo “estuvo paralizado por 30 minutos, botado en una sala, sólo. Y ésto ya es terrible, ya no sabemos si nuestros hijos van a llegar sanos a la casa, si quienes tienen jornada en la tarde van a poder siquiera asistir a clases”.
Así, como las mismas apoderadas indican, la aplicación de la política represiva por parte de Alessandri y el gobierno ha tenido consecuencias nefastas, que no buscan dar soluciones a los problemas de la educación pública, y esto no va a detenerse solo porque no van a cerrar el año académico, al contrario, se muestran intransigentes en todo lo demás, y acordaron permanecer con la línea represiva y de control hacia les estudiantes del Instituto Nacional, mientras puedan seguir aplicando Aula Segura para expulsar al activismo. Es más, Rubilar ya advirtió que habrán más medidas punitivas y más intromisión de las policías en el establecimiento educativo.
En este marco, es absolutamente relevante para el desenlace del conflicto -asedio-, el nivel de solidaridad del que pueda rodearse la comunidad del Instituto Nacional, porque el gobierno está reafirmando su postura represiva hacia sus estudiantes y si las direcciones de la Fech, la Confech, las centrales sindicales, convocasen a enfrentar al gobierno que con lo debilitado que se encuentra busca ofensivamente derrotar al movimiento estudiantil, al movimiento por la educación pública. Así mismo podrían estar levantando una amplia campaña para denunciar con fuerza la represión que vivimos sistemáticamente, como la campaña de firmas impulsada por Dauno Tótoro, la campaña “En defensa de la Educación Pública y contra la represión: basta de Fuerzas Especiales en los espacios educativos”. |
