Se mantiene candente el debate sobre la reducción de la jornada laboral, estando en medio de la discusión el enfrascamiento de dos propuestas, la primera presentada por el gobierno, la cual busca llegar a las 41 horas de trabajo, de manera gradual hasta el año 2027. Y la segunda presentada por la oposición, con la diputada del Partido Comunista (PC), Camila Vallejo a la cabeza, en la que contempla la reducción laboral a las 40 horas, sin embargo también contemplando un tipo de gradualidad de dos años para las microempresas, ya que estas se verían afectadas en términos de la productividad.
Sin embargo ¿no parece más una trampa engañosa en cualquiera de los dos casos, el tema puntual de la productividad?
Si bien de la propuesta del gobierno se extrae, su engañosa artimaña que no es más que dar rienda suelta a la flexibilidad laboral, y encuadrar las labores de los trabajadores y trabajadoras en un mismo régimen laboral de explotación, en el caso de la propuesta de la Oposición, no resulta menos inquietante su proyecto, si es que vamos al razonamiento de su propuesta.
Si se piensa en ambas propuestas, por una parte, resulta bastante concreto que el gobierno no quiere perder pan ni pedazo con sus 41 horas, que se traducen precarizando aun más la vida laboral de la clase trabajadora, escudándose en que su propuesta generaría más de 300 mil nuevos empleos. Y por otra parte que las 40 horas significa una reducción importante de las extenuantes jornadas de trabajo. Sin embargo esta última omite, que lo que se encuentra en juego no es tan sólo trabajar más o trabajar menos, sino que para que mejoren las condiciones de la clase trabajadora, resulta fundamental dar vuelta el tablero que conduce la clase empresarial, que hace y deshace con la vida de sus trabajadores y trabajadoras.
Por tanto, no puede pensarse un avance cualitativo en los derechos de los trabajadores y trabajadoras, si no es afectando las inmensas ganancias de los capitalistas, que van directo a sus bolsillos.
Y es que a esto claramente responden las últimas indicaciones presentadas al proyecto de reducción laboral. En palabras de la presidenta de la Comisión del Trabajo, militante de Convergencia Social, Gael Yeomans, sobre las microempresas y la reducción laboral.
“Entendiendo su situación particular de desigualdad con las grandes empresas, y que esa situación las ha perjudicado durante todo este tiempo, es por eso que establecemos esa excepción para ellas”
Y por otra parte tampoco combate la justificación de la cesantía y el desempleo, ya que reduciendo la jornada laboral, perfectamente podrían todos trabajar, no siendo un impedimento las barreras nacionales, que dividen a migrantes e inmigrantes, sin afectar el salario.
Una alternativa que toque las enormes ganancias de los magnates para nuestros derechos
En este sentido, el dirigente sindical de Starbucks Coffe Chile, y referente del Partido de los Trabajadores revolucionarios (PTR), Antonio Páez, se refiere al engañoso discurso de conciliación proempresarial en el que buscan enfrascar la discusión sobre la reducción de la jornada laboral.
“Ante la nefasta propuesta flexibilizadora del gobierno de Piñera, sin duda resulta progresiva la propuesta presentada por Camila Vallejo, reduciendo la jornada laboral a 40 horas. Sin embargo, no termina de hacer un cuestionamiento profundo a las inmensas ganancias que se llevan los empresarios, a costa de lo que produce la clase trabajadora, y por lo tanto afectar sus ganancias en función de nuestros derechos. Sino por el contrario, alimenta una ilusión de armonía entre empresarios y trabajadores y trabajadoras, en que conjuntamente pueden verse beneficiados. Eso es una mentira, sólo a través de la lucha por nuestros derechos, y afectando las millonadas y privilegios de los capitalistas, es que podremos conquistar nuestras demandas laborales y salariales” señala Páez agregando:
“Desde el Partido de los Trabajadores Revolucionarios, señalamos que perfectamente podríamos apuntar a una jornada de 30 horas semanales, donde podamos trabajar 6 horas al día, 5 días a la semana, sin afectar nuestro salario, haciéndose parte tanto ocupados como desocupados, nativos e inmigrantes, acabando con las patrañas de los patrones que nos dividen, y no quieren que nos unamos, para pelear por lo que nos corresponde”- |