La organización Article 19 dio a conocer las amenazas que envió por terceros el joven alcalde al editor de El Observador del Sur, recientemente asesinado.
Su encono contra Nevith Condés inició en 2018, cuando era diputado por el PRI y se disgustó cuando el periodista hizo una transmisión en vivo de las pésimas condiciones de un hospital público, durante una visita de Gabriel Oshea, entonces secretario de Salud.
Cuando Morena, el PT y el PES postularon a Anthony Domínguez Vargas como candidato a la presidencia de Tejupilco, que ganó gracias a la fuerza electoral de Andrés Manuel López Obrador, su rencor contra el periodista continuó.
Por esas ironías de la vida, Domínguez Vargas nació el 10 de mayo de 1992, el Día de la Madre en México. Es licenciado en derecho. Inició su carrera política en el PRI. Fue secretario particular de César Normar Gómez Monge, secretario de salud en la administración de Eruviel Ávila, el anterior gobernador del Estado de México.
Luego fue integrante de la LIX Legislatura del Estado de México, como diputado por el Distrito IX, que tiene sede en Tejupilco, e incluye a los municipios de Amatepec, Luvianos y Tlatlaya. Percibía un salario de casi 80 mil pesos, más prestaciones inimaginables para las y los trabajadores de a pie.
Ante la crisis del gobierno de Peña Nieto y del PRI, todavía durante su paso por la Cámara de Diputados, se cambió al Morena. Apostó al ganador que capitalizó el hartazgo de amplios sectores de trabajadores, de mujeres y de jóvenes.
Su nombramiento como candidato a alcalde provocó protestas de los referentes y la base del Morena en Tejupilco. Ni hablar: López Obrador lo cobijó desde entonces bajo su ala.
En un acto electoral de junio de 2018, frente a unas 4 mil personas el entonces candidato presidencial (ya favorito) reiteró que sus seguidores debían apoyar a todos los candidatos de la coalición que encabeza. “En la circunstancia en la que hoy está nuestro país, no importa tanto el candidato ni el partido", sostuvo López Obrador.
Ahora, con casos como el del crimen de Nevith Condés, se evidencia que no hay transformación posible con los arribistas que emigraron de los partidos patronales tradicionales.
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