Desde que el pasado 1 de abril se conoció la reaccionaria sentencia de la justicia francesa contra Gaëtan por participar en una manifestación, una intensa campaña de solidaridad internacionalista se ha extendido a diferentes puntos del mundo, entre ellos al Estado Español.
Gaëtan, estudiante de historia y militante del Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) de Toulouse (Francia), fue condenado a dos meses de prisión efectiva (más 1.100 euros de multa y 4 meses de presión condicional) por participar en la manifestación de repulsa por el asesinato del activista francés Remi a manos de las fuerzas represivas de Francia. Gaëtan participó en aquella manifestación que juntó a miles de estudiantes y trabajadores, unidad que el Gobierno de Hollande ha querido cortar rápidamente. El Estado Francés, mediante su tentáculo judicial, hace uso de todo su poder represivo para condenar a varios manifestantes, entre ellos Gaëtan, a penas que sirvan de adoctrinamiento.
Tras conocerse la sorprendente sentencia una campaña internacional se ha desarrollado en diferentes puntos del planeta. Se ha llevado han llevado a cabo fotografías, como las de los trabajadores de Panrico y Coca Cola y se ha firmado un petitorio de rechazo a la sentencia.
En el Estado Español, a lo largo de la jornada del jueves y viernes, se ha hecho entrega en los Consulados franceses de Madrid y Barcelona los petitorios firmados. Estos petitorios han contado, al igual que en el resto de países, con firmas de importantes figuras académicas, obreras y estudiantiles.
En Madrid el lluvioso día no impidió que los trabajadores de Coca-Cola Fuenlabrada, aún en lucha por el cumplimiento de su sentencia, se fotografiaran con carteles de apoyo al joven francés.
En Barcelona, la concentración frente al consulado ha contado con la presencia de trabajadores despedidos de Panrico.
En los próximos días tanto las fotografías como las firmas del petitorio van a seguir siendo una constante en la actividad de la izquierda política y sindical y de todos los grupos de apoyo a Gaëtan que han ido emergiendo. Aunque el Estado Francés quiera gritar “liberté, égalité, fraternité”, su hipocresía queda develada cuando los trabajadores y estudiantes, como Gaëtan, tienen enfrentarse cada día los ataques represivos del Estado capitalista. |