Con una gran actuación de su arquero Hoyos, y con una propuesta de juego ordenado y de igual a igual, Instituto se llevó la clasificación de la Copa Argentina por penales en el estadio Mario Alberto Kempes ante un Belgrano que dejó jugar al rival y lo pagó caro. Ahora la gloria espera en 16avos de final al ganador de San Lorenzo y Viale de Entre Ríos.
Fue la noche soñada para los hinchas de “la gloria”. Los hinchas acompañaron al equipo con la ilusión de ver una remontada debido al mal andar en el torneo y al pobre juego que este venía mostrando. Por otro lado estuvo el equipo de Ricardo Zielinski, que venía de una victoria por el campeonato de Primera División y estuvo acompañado por una multitud de hinchas piratas, que desplegaron banderas, bombos y cantaron sin parar en lo que fue un lindo duelo de hinchadas, que poco a poco le fueron poniendo color al encuentro.
Los dos salieron a la cancha al mismo tiempo y las tribunas explotaron de euforia. Movió la gloria y el encuentro comenzó de manera imprecisa, con pelotazos hacia arriba, mala circulación en el medio y tiros desviados. Al equipo de Mazzola le costó varios minutos acomodarse en la cancha y se salvó gracias a su figura, Lucas Hoyos, que a los 10 minutos se estiró abajo a su derecha y tapó la pelota que luego iba a empujar Velázquez al gol, pero este fue mal anulado por Pompei, que cobró posición adelantada. Luego a los 14 minutos el arquero sacó un pelotazo de Bengston, y tuvo muchos cruces eficientes. Instituto respondió mediante Bauman, que a los 17 minutos pateó solo debido a los espacios que tenía servidos, pero su remate no fue de peligro para Juan Carlos Olave.
El partido entró durante unos minutos en una muestra de las falencias de juego que pueden tener dos equipos, y de nuevo se repitió un mal arbitraje, en este caso Juan Pablo Pompei no cobró dos penales: uno a los 24 minutos cuando Olave salió mal a cortar una pelota y se llevó por delante a Magnín, e inmediatamente a los 26 pero en el otra área, Maximiliano Correa golpeó la cabeza de Parodi en el aire y lo pisó cuando este cayó, por lo que el mediocampista quedó en el suelo unos minutos y tuvo que ser asistido para poder continuar. Con una gran presión del pirata en media cancha y con un juego luchado de la Gloria, el primer tiempo se esfumó y el partido siguió en cero.
El segundo tiempo mostró otra versión; el albirrojo reposó su juego en José Luis “el pipi” García, y en la experiencia de su volante derecho Gastón Machín, y se animó a jugar, a tocar la pelota y dejar de tirar pelotazos a cualquier lado. Pero sin embargo en el primer minuto Belgrano tuvo dos chances para ponerse arriba. Primero Parodi enganchó en el área y los defensores desviaron la pelota al córner, que muy bien ejecutado por Zelarrayán encontró el cabezazo de Jerry Bengston y la bola pasó cerca del palo. Con muy pocas llegadas y el celeste perdido en la cancha, los dos técnicos apostaron a los cambios, el “Ruso” metió a Óbolo, Rigoni y Alanis, y Mazzola a Bardín, Mainero y cerca del final a Gotti, para apostar a la victoria por penales.
El partido finalizó teniendo como protagonista a Instituto, llegando con Bauman, el Pipi García y con muy buenos desbordes de Bardín, pero las imprecisiones a la hora de definir y Olave evitaron la derrota de un Belgrano que la pasó realmente mal en el complemento.
La tanda de penales comenzó para la Gloria, en el arco que daba a la popular de los hinchas piratas, que estaban expectantes al igual que la hinchada que hacía de local. Machín fue el primer ejecutor y Olave tapó un remate débil. A continuación la figura Hoyos tapó un difícil disparo del Chiqui Pérez. Gotti le voló el arco a “Juanca”. Lema convirtió al igual que Bauman, pero el desequilibrio llegó cuando el arquero albirrojo tapó muy bien el penal a Parodi, y después la colocó para el 3-1 provisorio. Zelarayán puso el 3-2 pero en el quinto penal el zurdo García, de gran partido, la cruzó bien arriba para poner el 4-2 final y hacer delirar a la hinchada y a todo un sector de Córdoba. Porque esto es fútbol.