Fotografía: www.imagenactual.com.ar
Corrían las 12 del mediodía y llegaba la hora del almuerzo, en un café que crucé por casualidad en mi camino a la facu, llegue a sentarme a descansar y mirar un rato por la ventana a la gente pasar. En los bares uno siempre escucha historias de todo tipo y color. Gente que se pelea por celular, dos amigos charlando y las mesas de los abuelos donde recuerdan todo tipo de historias. También en los bares se discute mucho de política y la mayoría de las veces a los gritos.
En una mesa lejana ya se comenzaba a escuchar un pequeño debate entre dos militantes de La Cámpora sobre la situación electoral y cómo seguir con su proyecto político.
Mientras pedía el café, una voz se escuchó fuerte "¡Hay que hacerles entender a los pibes que el Frente de Izquierda no es una alternativa real!" Notando que todos en el bar escuchamos su grito, el militante ofuscado, bajo la voz y a modo de susurro le llegó a decir a su compañero "No sé porque ahora los pibes se identifican con los del Frente de Izquierda, cuando en años anteriores la mayoría de los pibes de estos mismos sectores defendían el modelo."
El resto de los comensales (el bar estaba casi vacío) siguió tranquilo en su mesa pero yo afilé el oído y, con diario en mano, me dispuse a seguir atentamente la conversación: "El tema es que ellos nos están robando votos de estos mismos sectores que tuvimos conquistados durante mucho tiempo! Es un desafío para nosotros reconquistarlos, ya que no hemos podido retener a esos votantes".
Los miraba, ambos pensativos y silentes. En una de esas, uno de ellos se metió de lleno en la conversación y como quien descubre una idea, se para con la mano derecha apoyada en la mesa y le dice: “¡Ya está! ¡Lo tengo! es necesario redoblar esfuerzos con las clases de apoyo, es sumamente importante como lo venimos haciendo, así podemos retomar las relaciones con estos chicos y tratar de convencerlos que votar a la izquierda que se opone a todo, es un voto tirado”.
Estas conversaciones me gustan de los bares. Aunque no te podes meter en la discusión, me daba ganas de acercarme a la mesa a charlar. En una de esas viene el mozo con un sándwich de jamón y queso y lo agarro pero en ese mismo instante pierdo la conversación. No creo que el mozo haya notado que estaba alterado intentando escuchar la otra mesa. Con la cantidad de gente que atienden no creo que a uno lo estén mirando. Me perdí un poco el hilo y creo que estaban hablando de otra cosa. Yo seguí en la mía.
Pero unos minutos más tarde vuelvo a escuchar. Parecían como que tenían todo cerrado y había madurado la idea. Uno le decía al otro: “El hecho de no tener posibilidades de gobernar y frente a la posibilidad que el gobierno vuelva a las manos de la derecha es necesario unir fuerzas, y no debilitar al gobierno con una propuesta diferente que al final lo único que logrará es cederle el gobierno a la derecha y perder todo los derechos conquistados por este gobierno”.
“En varias de las charlas los pibes y las pibas mencionan que votarán a la izquierda, al FIT porque son la única fuerza política que denuncian todo lo negativo del gobierno, pero con la derecha son duros. Viste que no marcharon el 18F y no se jactan de ocultar tal o cual cosa, y los ven en mucha de las manifestaciones que para ellos tienen sentido. Que se yo, esto a los pibes los atrae”.
Yo que trabajo en un puesto de diarios, pero también estudio y me interesa la política, se que las elecciones de la Ciudad vienen aún muy frías, pero comenzó hace meses una disputa por la salida al fin de ciclo de Cristina como presidenta.
Más allá de la discusión simplista a ganar las elecciones o no y no mostrar los hechos relevantes que vienen generándose en el seno del gobierno y de la derecha, sin lugar a dudas el FIT comienza a ser visible por su carácter de clase y de independencia política, los pibes de quienes hablaban comienzan a notarlo y junto a estudiantes, trabajadores y las mujeres, suman el apoyo al FIT.
No sé si volveré a ese bar. Quizá vaya a otros a ver qué opina la gente. Una conclusión certera es que en los bares se discute mucho de política.
Pague con cambio y seguí mi marcha a la facultad. En la mesa seguían discutiendo pero ya no pude escuchar... |