Standard & Poor’s, unas de las calificadoras más conocidas del mundo, decidió este jueves bajar la calificación de la deuda correspondiente a la Argentina. La consultora, habitual vocera de los intereses del gran capital financiero, estableció la situación en "default selectivo".
Según el comunicado difundido en diversos medios, la firma norteamericana señaló que "tras la incapacidad de continuar colocando títulos de corto plazo con el sector privado, el gobierno argentino extendió unilateralmente el vencimiento de todos los documentos a corto plazo. Eso es default según nuestros criterios".
El anuncio llega luego de que el gobierno nacional decidiera modificar el plazo de pago para los títulos de corto plazo en poder de entes institucionales. Esto fue anunciado por el ministro de Economía, Hernán Lacunza, el miércoles por la tarde y ratificado por un decreto que se publicó este jueves.
La decisión oficial se enmarca en un intento de garantizar los pagos a los grandes especuladores. Aunque se anuncia un modificación en el plazo de los pagos, el gobierno ratificó que no habrá quita alguna en los bonos. El trasfondo de esta decisión es la persistente fuga de capitales que corroe al sistema financiero argentino.
El anuncio de Lacunza había llegado luego de dos jornadas en las cuáles el Banco Central vendió más de U$D 600 millones para evitar la suba del dólar, logrando una contención más que precaria de la moneda norteamericana.
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